THIRTEEN.

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Te di un minuto, cuando necesitabas una hora, era un todo o nada porqué estamos destinados a hundirnos como rocas en el mar.

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¿Contenido explícito?
Nah, broma.

Los sueños en algún momento tienen que acabar.

Y aunque este sueño acabace más temprano que tarde, quería quedarme a tu lado hasta el final, incluso si eso implicada escuchar como tus palabras me romperían por dentro.

Namjoon eres mi primer amor.

Las palabras se habían quedado atoradas en mi garganta justo cuando tus labios rosados se presionaron con los míos, la suave melodía proveniente de la radio del auto guiaban nuestras bocas, el sabor agridulce y el nerviosismo se había consumido, sólo éramos tú y yo, y no pensé necesitar más.

Había descubierto la dulzura de tu mirada.

Me había enganchado, y aquello fue la gota que rebalsó mi curdura.

Silencio, sus manos dejaron de sostener mi nuca, sus labios se despegaron de los míos. Sin embargo la burbuja se rompió y de un momento a otro el ambiente se volvió tenso, oscuro, inpenetrable. El silencio se prolongó, algo estaba mal.

- Nunca te he pedido nada, Yoongi - sus manos descansaban en su regazo. Intenté enderezar mi cuerpo, mirando solamente el empañado vidrio. - No pensé que te quedarías.

- Te quiero, Namjoon.

- Incluso si esto termina, quiero que seas feliz, lo mereces.

- Esto no acabará, nos iremos lejos, tan lejos que tu padre jamás nos encontrará - intenté convencerme inútilmente, sabía que esto era una despedida.

Pero aún así no quería convencerme de que jamás te volvería a ver.

Me ordenó que manejará a un lugar que conocíamos muy bien, lo supe cuando vi los árboles enredarse entre sí formando una especie de techo ovalado en donde apenas se podía divisar la medialuna que nos acompañaba.

Los vidrios empañados del auto le dieron un ambiente más íntimo,su rostro seguía impenetrable pero aún así podía ver su sufrimiento, sus ganas de mandarlo todo a la mierda, y me sentí impotente porque aunque hiciera lo imposible, no podía salvarlo. Su boca se curvo en una sonrisa, y pude darme cuenta que le estaba mirando más de lo normal.

- Tengo claro que soy hermoso, pero tu mirada me intimida - su risa lleno el lugar, y mirándolo por el rabillo del ojo encontré mi pasatiempo favorito ; mirarlo en silencio.

Estacione el automóvil con lentitud. Debido a los enormes árboles apenas se podía divisar la luz, estábamos casi en penumbra, la espesa niebla lo complicaba todo. Pero aún así estaba seguro de que habíamos llegado.

- No piensas bajar - escuche su voz, luego como su mirada se reía en mi cara.

Intente ocultar mi miedo. Me cerré por completo cuando su cuerpo me exigió una respuesta, sus labios jugaban con los botones de mi camisa, mientras que sus grandes y morenas manos intentaban desabrochar el cinturón de mi pantalón. La cabaña estaba oscura, y me encontraba indefenso, casi pegado a la pared, acorralado como un animal pequeño frente al cuerpo grutal de Namjoon.

- ¿No te gusta? - me había quitado la camisa, sentía frío - ¿Todavía le temes a la oscuridad, Min Yoongi?

Su pregunta me descolocó, dándole el tiempo perfecto para bajar mis pantalones y tocarme sin ningún descaro, reprimí un gemido. Metió su mano por entre el bóxer y con una lentitud encloquecedora comenzó a tocarme, extendiendo toda su mano por la longitud de mi falo, eche la cabeza hacia atrás.

ᴏʟᴠɪᴅᴀʟᴏ, ɴᴀᴍᴊᴏᴏɴ © (YOONNAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora