Min Yoongi era un chico callado, el típico rarito de la clase, según sus compañeros, a excepción de uno. Yoongi era callado, frío y realista, así se mostraba ante todos a excepción de una persona.
Kim Namjoon el alumno estrella de la clase, un chico...
Descalzo con los pies en el agua, te escucho llamarme, el color del inmenso mar se parece demasiado a la galaxia que hay en tus bellos ojos.
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Veía como el agua avanzaba con una lentitud relajante, sin preocupaciones. Observaba la misma acción una y otra vez, mientras esperaba la dichosa llegado del moreno. Estaba en el río Han, sentado en las bancas de madera, admirando como el agua corría y como se divisaba los grandes edificios de Seúl.
Mi corazón dio un vuelco, al divisar al moreno acercarse en una bici que combinaba malditamente bien con su chaqueta color azul mezclilla, era gracioso ver como sus largas y gruesas piernas se contraían al pedalear, llevaba unos pantalones anchos de color azul. Al llegar hacia mí noté que su cabello se encontraba húmedo, rencorosamente hermoso.
— ¿Te hice esperar mucho? — negué con la cabeza, tal vez yo había llegado demasiado antes — En todo caso lo siento, hoy tenía una sesión de fotos para una nueva marca de ropa, mamá es un poco exigente, por eso demore — sonrió mostrando sus hoyuelos.
Era extremadamente extraño su comportamiento, como si su chantaje de ayer no hubiera existido.
En todo caso ni siquiera yo sabía que era modelo, aunque no me sorprendía, él lo tenía todo, definitivamente volvería a pensar que Namjoon es un robot y no un ser humano. Mire la hora en mi celular faltaban veinte minutos para mi batalla de rap.
Camino con su bici hasta dejarla en un lugar seguro, se sentó a mi lado y decidí sacar de mi mochila una libreta, anoté en una hoja en blanco la palabra contrato.
— ¿Para qué me citaste? — echo su cabello hacia atrás, lo mire de reojo mientras se sacaba su chaqueta y dejaba a la luz una camiseta dos tallas más del mismo color del pantalón con una especie de mándala estampada en su hombro.
— Necesito establecer reglas para nuestra relación ficticia, no puedes andar por ahí besándome — dije cargando el lápiz destrozándole la punta.
No daba entendimiento a lo que iba a hacer, pero necesitaba esconder mis sentimientos, tener a mi corazón seguro, porque si dejaba todo en manos del moreno, todo mi campo de fuerza se iría a la mierda.
Porque ya no existía un plan. Solo sería Min Yoongi y él, Kim Namjoon.
Y yo tenía miedo de enamorarme de este nuevo Namjoon, porque no lo conocía.
— Un romance no se planea, es espontáneo, ¡Vamos Yoongi! Ni que te fueras a enamorar de mi — ¡Dios quiera que no! — Además no será para siempre, tú me ayudarás a darle celos a Seokjin y yo te ayudo con tus problemas económicos, tan sencillo como eso — llevo sus manos a la cabeza, en un gesto relajado.
Ojalá fuera tan fácil como eso.
Sentí una especie de punzada al oír "Darle celos a Seokjin, habiendo tantos chicos guapos en el instituto ¿Por qué me eligió a mí? ¿Por qué tendría yo que sufrir las consecuencias de ser el novio de Namjoon?
