O7.

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Llegó al baño cerrando la puerta con pestillo y se sentó en el suelo, abrazó sus piernas como siempre hacía por las mañanas. Cubrió su rostro entre ellas, tenía los labios hinchados de tanto morderlos, sus ojos picaban como si le hubieran rociado con un spray de pimienta.

Joder, no había nada más en el mundo que odiara que el no saber defenderse adecuadamente cuando un par de cabrones intentaban dejarle en ridículo delante de toda la universidad.

Escuchó a alguien entrar, quiso parar su sollozos pero sólo aumentaron por miedo de que uno de ellos lo hubiera visto entrar al baño y quisiera avergonzarlo mucho más.

Ya no importaba si algún conocido le escuchaba llorar a pleno pulmón, le resultaba imposible parar aquellos dolorosos sollozos que se escapaban de su boca.

Lee Felix estaba hecho un desastre.

freckles ➶ jilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora