freckles ➶ jilix

O24.

Después de un largo día en la universidad, ambos chicos habían planeado en ir a casa de Jisung con el fin de pasar la tarde jugando a vídeo juegos.

Poco sabían ellos que acabarían tumbados en la cama del castaño abrazándose cariñosamente mientras tenían una conversación profunda, solo ellos se entendían cuando hablaban, cuando intercambiaban miradas, señales o bastaba con un suspiro para entender a la perfección como se sentía uno de ellos dos. Es como si fueran almas gemelas, el destino los había unido.

Ambos sabían sus sentimientos hacia el otro, sabían que cada día se volvía más difícil ocultarlos, en cualquier momento estallarían.

ㅡ Sabes... es verdaderamente agradable estar así contigo. ㅡ lo que Jisung respondió con un ruido, obviamente significando que estaba totalmente de acuerdo. ㅡ Deberíamos hacerlo más seguido, me... me gusta escuchar los latidos de tu corazón.

Las mejillas de Han enrojecieron de inmediato cuando Félix puso su mano sobre su pecho acariciándolo con suavidad. Le rezaba a dios que su corazón no latiera desbocado.

El cansancio de ocultar sus sentimientos era un gran peso encima de sus hombros, por eso, Jisung decide aceptar y afrontar sus sentimientos aquí y ahora.

Con su mano izquierda acarició el cabello de éste y con la otra acarició sus mejillas con delicadeza. Acercó su rostro un poco más para poder depositar un suave pero corto beso en su cabeza.

En ese segundo, minuto o lo que fuera, ambos sintieron como el ritmo cardíaco de ambos corazones coordinaban a la perfección, latiendo al mismo tiempo con la misma velocidad. El silencio no era incomodo, más bien relajador y con poder escuchar aquellos latidos... sentían como si de esa forma sus sentimientos y palabras no dichas estuvieran saliendo descontroladamente  a la luz, eso bastaba o al menos eso creían ellos.

Hasta que el chico con bellas pecas en su rostro alzó su rostro encontrándose con la dulce mirada que él le dedicaba y hasta ahí llegaron, hasta ahí llegó el ocultar sus sentimientos, todo lo que podría resultar ser bueno para ellos y su futuro.

La mano que antes acariciaba las mejillas del pecoso bajó hasta su nuca atrayéndole más cerca de él, lentamente, con miedo de que aquel momento esperado terminara tan rápido como el ver una estrella fugaz por primera vez. Y con sus miradas conectadas, sus corazones latiendo como un terremoto, manos temblorosas, cuerpos deseando estar unidos y respiraciones irregulares, Jisung colocó ambas manos detrás de su nuca y al mismo tiempo acortaron esa pequeña pero enorme distancia, bocas fundiéndose en un suave y lento beso, transmitiendo cada uno de sus sentimientos con ese beso. Sus ojos completamente cerrados, esas suaves caricias que provocaban a ambos derretirse en ese dulce beso que aún se negaban a romper.

Hasta que Jisung sonrió en medio del beso al sentir los dedos de Félix enredándose en su cabello, por lo que el otro acabó riendo también.

Se sentía bien y creían encontrarse en el cielo volando por las nubes cogidos de la mano.

Era como un sueño, ¿verdad?