Monterlude - Namjoon y tú

Tonta, tontísima

Ya habían pasado 2 semanas. Salía con Namjoon los sábados ya que era los días que tenía un poco de tiempo libre y realmente apreciaba que él quisiera pasarlo conmigo.

Después de 3 días de mi plática con Hoseok, Namjoon se notaba distante, no era tiempo de contarle aún que Hoseok quería intentarlo de nuevo, porque ellos son amigos, y en mi vaga mente siento que hago lo correcto.

El chat de Hoseok, seguía totalmente intacto. Y el de Namjoon con un mensaje diciéndome que me veía a las 7 de la tarde en su casa insistiéndome que pasaría por mí, y le contesté que podía caminar.

Mientras caminaba pensaba en qué hacer con Hoseok, seguramente él ahora esté pensando en su carrera y Namjoon igual, y yo siendo una fracasada.

Ya faltaban tres casas para ver al moreno, pero algo llamó mi atención.

—¿Realmente te gusta?

—¡Claro que sí! ¡Es preciosa! ¿No les costó demasiado? Y-yo puedo... —Su frase fue cortada debido a la mano de Namjoon sobre su hombro—

—Realmente no es necesario, lo hacemos porque eres tierna y adorable SuJi, por favor déjame ponertela.

La chica se giró hacía el pecho de el más alto, Namjoon retiró el cabello de su cuello, poniendole un lindo collar brillante, terminando ésto, un abrazo cariñoso que los envolvía en amor.

Decidí irme, mi corazón estaba totalmente quebrado. Pero tenía que pasar por el otro lado de la calle. Dí pasos rápidos.

—¡Hey! ¿________? ¡Ven hacía acá! Te presentaré a alguien...

—H-Hola, tú debes ser la chica tan linda de la que me han hablado. —ella se acercó intentando darme un abrazo el cual esquivé—

—Oye... ________, ella sólo intenta ser amable... —tocó mi hombro—

—Namjoon, si salías con alguien tenías que decirmélo, no esperarte a que lleváramos hablando 1 mes y medio como buenos amigos, porque ahora m-me siento frustrada y-y tonta y que no me tienes confianza, N-Namjoon.

—¿Q-qué? —rió— ¿Eso es lo que crees?

Estaba totalmente enojada y me dí media vuelta, ese hombre me tenía enamorada de él y era tan tonto como para no darse cuenta y no decirme que tenía novia. Me fuí corriendo a cualquier lugar excepto ese. Podía observar como Namjoon me perseguía hasta que ya no pude más y me escondí.

—¡_______! ¡Te confundes! P-por favor... No me gusta verte llorar y menos cuando me siento culpable de que estés llorando ahora mismo. Háblame cuando llegues a tu casa, te explicaré cuando estés calmada... Debo irme con SuJi...

[~]

—¿Tardé mucho? —dijo Seokjin saliendo de la casa sumamente guapo mientras SuJi le abrazaba diciéndole que todo salió mal.

[~]

No sabía donde estaba, caminé sin darme cuenta que me perdía más y me dí cuenta que lo más cerca que tenía era la casa de Hoseok. Y sin más, toqué su puerta.

—Heeey...
—______, es tarde y hace frío. ¿Quieres pasar?
—Estás sin camiseta y q-quieres ser romántico, conmigo. ¿En serio?

—Que bueno que no cambiaste porque yo no soy así, pero sí pasa, te ves como tonta ahí fuera.

—¡H-Hey!

—¿Me equivoco? —señaló mi vestimenta—

—T-tengo hambre.

—Acabo de hacer ramen, ¿gustas un poco o le vas a tomar una polaroid antes?

—¡Y-ya no soy así!

—Espero sea verdad de que todos cambiamos, llevo escuchandolo mucho hoy.

No temía verlo sin camiseta, no era la primera vez que lo veía así y a pesar de que Hoseok es a veces muy, muy, él, respetaba mucho a las mujeres. Terminamos de comer ramen y me ofreció quedarme en su casa ya que era tarde. No me negué.

—¿Cama o sillón?

—¡Sillón por supuesto! —era raro pero su sofá es más cómodo que su cama—

Había dormido tres horas, me desperté de un salto, revisé mi celular y eran las 12 am. Decidí seguir durmiendo pero se oían muchos ruidos provenientes de la cocina, y pude distinguir que era Hoseok comiendo un pedazo de manzana. Me hice la dormida antes de que me viese.

—¿Sigues dormida?

No hubo respuesta.

—Cómo quisiera que me dieras una oportunidad. Namjoon es un buen chico, ambos se merecen, pero quisiera con todo mi corazón que vieras de nuevo lo que te puedo ofrecer, todos cambiamos _____, y sí aún no has cambiado, sé que darás oportunidades, siempre lo hiciste y te terminé lastimando y me maldigo por eso.  El baile es todo para mí pero creo que sería fenomenal si alguien lo hace junto a mí, y te sigo escogiendo a tí, tonta. —dió un mordisco a la manzana— A pesar de lo que elijas, prometo que te voy a cuidar.