Swiss me compartió de su rico brownie, esta delicioso. Ambos nos sentamos en el balcón mientras contábamos cosas graciosas. Me contó que una vez confundió la azúcar blanca con sal y tuvo que tomarse el café así porque tenía vergüenza de que pensaran que era un estúpido.
Tengo que decir que Swiss es el que más me agradado de todos, aunque también intercambie algunas palabras con Rain mejor dicho Cosmos, a él le gusta que lo llamen así, pero a mi me gusta decirle Rain suena más lindo y me gusta molestarlo también. Y ni olvidar a Sodo.
Todo iba bien con el brownie y con Swiss hasta que... Me sentí ida. Mi cuerpo se empezó a relajar muchísimo y mi mente como que tuvo millones de pensamiento al mismo tiempo. Por otra parte, el chico delante de mi se empezó a reír a carcajadas, yo estaba confundida pues ninguno ha dicho nada gracioso. Trate de agarrar su brazo porque sentía que me caía, y mi vista se alargó mucho. Que carajos está pasando?
Me está empezando a dar mucho sueño así que le que hice unas señas de que me iba pero él no me dejó ir, me agarró de la mano y me acerco a su cuerpo. Esta caliente.
—¿Alguna vez has besado a alguien que recién conoces? —Me pregunto con una tan tranquila y suave que por un momento me sentí más ida de lo que estoy. Yo negué, obviamente nunca eh hecho eso.
Lo mire a los ojos, sus oscuros ojos donde se está reflejando la luna haciendo que brillen y se vean como una estrella más en el cielo. Amos nos quedamos así durante unos largos minutos, se siente tan extraño y a la vez tan bien que tengo miedo. Nunca he sentido lo que estoy sintiendo ahora por alguien, y es raro porque apenas lo conozco y puede que tengamos más en común de lo que me imaginé.
Swiss tomó un mechón rojo de cabello y lo llevo detrás de mi oreja, el tacto de sus dedos me hizo cosquillas y me hizo erizar la piel. Y segundos después se fue acercando a mi rostro, yo cerré mis ojos, nunca he besado un casi-extraño pero, es Swiss.
Cuando sentí el dulce tacto de sus labios en los míos no pude evitar soltar un gemido, es inexplicable la sensación que me ha provocado. Puse mis manos en su nuca para intensificar más el beso, él imitó mi acción y nos volvimos mas feroces, se había vuelto un beso bastante desesperado, como si ambos lo hemos necesitado toda la vida.
Nos separamos por aire y junto su frente con la mía. Nuestras agitadas respiraciones se entremezclaron y la verdad yo ahora tengo sed de más, y no solo de un beso quiero sentirlo más junto a mi, sentir su cuerpo caliente vagando por el mío. Pero tengo que controlarme apenas nos conocemos.
—Vamos a mi habitación —Me dijo en un tono jadeante. Me agarro de la mano y me guió. Aún estoy bastante fuera de mi, tanto así que mientras camino siento que estoy es flotando detrás de él, no sé si él sienta lo mismo.
Al llegar a su habitación, iluminada de forma muy tenue y cálida, cerró la puerta detrás de mi y esta vez fui yo que lo besé. Bastante salvaje, segundo beso y siento que me enamore de sus labios, los quiero sentir por el resto de mi vida, por Dios, son tan suaves y gorditos, más lo ágil que es él besando me está volviendo loca.
Fuimos retrocediendo hasta llegar a la cama y yo me subí arriba de él, con ambos brazos a sus costados y mis piernas entre las de él.
Con ambas de sus manos fue recorriendo mi espalda y mi cintura para terminar en mis caderas y acercándola a él, a su erecto miembro que se podía sentir. Me separé de él cuando había empezado a desabrochar mi pantalón.
—Creo que vamos muy rápido —Le susurré mientras le acaricié el pelo. Detuvo su mano y me miró directo a los ojos. Se nota confundido.
—Perdón si te incomode —Quito sus manos de mi y yo me levanté y me senté a un lado. Yo seguí cada uno de sus movimientos. Se veía arrepentido como si hubiera hecho la cosa más horrible de su vida.
Cosa que me hizo sentir bastante mal, pues hasta ahora yo lo he disfrutado, y si lleváramos más tiempo conociéndonos hubiera seguido con esto pero hasta el momento no me siento en total confianza con él. Y no es que sea un mal chico porque es todo lo contrario, es lindo, dulce, amable y muy caballeroso.
—Si quieres podemos dormir juntos, abrazados —Le dije en forma de pregunta y él asintió.
Creo que ya es bastante tarde y yo estoy muerta de sueño, así que me quite mis zapatos y me cubrí con las mantas, él me observó y luego imitó mi acción, me acerqué a él y puse mi cabeza en su pecho, esto se siente tan bien.
Él pasó su brazo por mi espalda y con los latidos de su corazón bajo mi cabeza me quedé dormida.
