3. Roce

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Unos segundo después las últimas luces se apagaron y quedamos a total oscuridad. Y a mi me aterra la oscuridad, así que empecé a desesperarme y respirar un poco más agitada.

—Oye, estás bien? —Escuche la voz de Sodo acercarse. La oscuridad no me permite moverme , al igual que los instrumentos a mi alrededor , así que voy a tientas con mis manos.

—No, le tengo miedo a la oscuridad —Le grite y el trato de tranquilizarme, pero mi respiración aumentó. Escuche sus pasos dar la vuelta y acercase a mi.

Pero entonces, cuando justo alcanzó mi mano se resbaló y en un intento de ayudarlo me arrastro con él hasta caer al suelo. Nuestro quejidos se escucharon en toda la habitación, al igual que el sonido de un golpe a la batería. Al parecer caímos cerca, pero no tan cerca de cómo yo caí encima de él.

Este es definitivamente el peor inicio en la banda. Mis mejillas se sonrojaron tanto que podía sentir el caliente y agradezco por la oscuridad para que él no pueda notarlo. Coloque mis manos a sus costados para inclinarme y separarme un poco de él ya que nos encontramos en una posición bastante comprometedora.

Moví mi pierna derecha la cual quedó en medio de las dos suyas y mi corazón se aceleró porque roce la tela que cubre su miembro viril. —Oh, joder —Jadeó Sodo bajo de mi.

Ambos lo sentimos. Fue un roce bastante sexy. —Lo siento —Murmuré. Traté de levantarme y quitarme de encima de él y entonces fue cuando me tomo de la cintura. Mi cuerpo se congelo. Y si lo estoy emocionando? Ay por Dios debo levantarme ahora mismo.

Él no hacía nada, solo esta ahí tirado, parece que todo le da igual. No se ha preocupado por levantarse. O tal vez le gusta estar así.

Cuando pude tomar impulso y levantarme por completo me moví para ayudarle.

—Estas bien Sodo ? —Le cuestione. Obtuve un quejido como respuesta.

—Creo que estoy sangrando —Balbuceo. Abrí mis ojos como platos. Traté de moverme y entonces fue cuando pise algo duro y metálico, creo que pise la guitarra. Esta vez mi pies se resbaló con el instrumento y caí sentada.

Con el estruendo distinguí la risa de Sodo desde el suelo y yo también empecé a reír, si le decimos esto a alguien lo más probable es que no nos crea, o diría que somos bastante estúpidos. Escuchamos unas voces y la puerta abrirse. Seguido de las luces encendiéndose poco a poco.

—Chicos? —Era Tobías. Cuando nos vio se acercó y se río un poco. —No puede ser, están bien? Que pasó?

Sodo aún está tirado en el suelo y yo sentada cerca de él encima de la guitarra, a la cual se le rompió dos cuerdas, ¿como? No lo sé.

—Creo que Sodo se abrió la cabeza —Tobías en un intento de ayudarme casi se resbala también, que rayos tiene el piso que todos resbalamos?

Después que logramos tomar equilibrio y estar de pies ayudamos a Sodo a levantarse. Nos había hecho alarmar en vano ya que está muy bien el pedazo de hombre. La puerta volvió a abrirse y entró Swiss.

—Tobías tengo hambre —Le hablo Swiss mientras hacía puchero. Tobías rodó los ojos. Son las seis de la tarde y hasta a mi me ha dado hambre después de practicar con los instrumentos. Por otra parte Sodo comenzó a peinarse su larga cabellera que se le despeinó al caerse. Amo su cabello es tan largo y brillante, algún día le preguntaré que usa para tenerlo así.

—Pediremos algo, mientras, quiero que vengas conmigo Avery, debo mostrarte algo —Yo fruncí el ceño. ¿Que me querrá mostrar ahora? Antes de salir Tobías le paso su celular a Swiss para que pidiera algo y este me dio otra mirada, de la que me dio hace rato. Creo que me está empezando a atraer, aunque solo tengamos un día de conocernos.

Kiss the go-goat (ghost) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora