7. Besos

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Tobías nos acaba de informar de que tenemos concierto mañana en México, mañana en la noche.

Así todos estamos empacando nuestras maletas. Yo tengo la mayor parte de mis cosas empacadas, ya que no he tenido tanto tiempo para desempacar.

Estoy un poco nerviosa porque es mi primer concierto, aunque las mascaras me dan un poco de confianza y el hecho de que Tobías me puso al lado de Sodo.

Cuando ya todos estuvimos todos listos unas vans vinieron por nosotros. Las ghoulletes y Tobias se fueron en la primera, mientras que Rain, Sodo, Mountain, Swiss y yo nos fuimos en la segunda.

El camino al aeropuerto fue bastante tranquilo, cada uno con su móvil en la mano y otros escuchando música.

Yo me senté entre Swiss y Mountain.

—Escucha esto —Swiss me pasó un auricular. Obviamente es una canción de heavy metal, lo distingui por los instrumentos. Esta un poco pesado para lo que suelo escuchar pero por algún motivo desconocido me gusta.

—Esta cool, como se llama? —Le pregunte mientras muevo mi cabeza al ritmo de la canción.

Él me miro y sonrió ampliamente. —Rammstein.

El nombre se me hace muy conocido. Él me pregunto que si quiero escuchar otra y obviamente le dije que si. Me están gustando bastante este género.

Por unos instantes pude ver a Sodo quien se estaba haciendo el dormido mirarme. Y yo le sonreí sin poder olvidar lo que había pasado esta mañana. Creo que estoy jugando con el peligro.

Un rato después sentí un olor a chocolate, y como buena amante del chocolate mire a mis alrededores, ¿quien está comiendo chocolate y no brinda?

Al voltear a mi derecha vi a Mountain pasarse unos pedazos de un rico chocolate. Le hice ojitos de cachorros.

—¿Quieres? —Asenti y el me pasó un pedazo. Mi boca ya esta que se hace agua. Mordi el chocolate esperando que mi paladar se lleve de ese rico dulce. No fue hasta cuando saboree que sentí que era chocolate amargo. Quise vomitar enseguida.

Él al ver mi reacción se río.

¿Como le va a gustar el chocolate amargo? Es una aberración.

Nota mental, nunca volver a pedirle chocolate a Mountain.

***

Ya en el avión casi todos se durmieron. Y yo aún sigo con mis nervios. No he podido dormir y lo único que eh hecho es jugar con mis dedos.

Decidi ir al baño y lavarme la cara, el agua fría me ayuda a relajarme.

Unos segundos después escuche que tocan la puerta. Con bastante insistencia. Me apure y la abrí, encontrándome con un lindo Sodo.

Él me miro de pies a cabeza. Me recorrió el cuerpo con tanto morbo que me sentí un poco incómoda. Hasta que sus ojos se detuvieron en mis labios. Entró al pequeño baño y cerró la puerta.

—¿Y ahora, quieres jugar? —Su voz sonó tan sexy que sentí que me moje.

Esto de seducir a Sodo por decirme la verdad fue una muy mala decisión. Aunque pensándolo bien, ni tan mala es.

No tuve tiempo a responder cuando él ya tenía sus labios contra los míos, tan suaves y delicioso. Seguimos el beso hasta que él se separó de mis labios y siguió a mi cuello. Me besa con tanta ferocidad que tengo que agarrarme de la pared para no caerme.

Una de sus manos bajo hasta mi cadera acercandome a él, yo lleve mis manos a su cabello. Quiero que siga besandome, que no se detenga. Bajo hasta mis pechos y de un tirón abrió mi camisa, dejando a la vista mi sostén negro.

—Tienes unos pechos muy lindos —Hablo entre jadeos. Con unas de sus manos se llevó uno a la boca y comenzó a chuparlo. Yo gemi. Lo soltó y luego tomó el otro.

Ya me estoy poniendo demasiado caliente y sólo quiero tenerlo dentro de mi. Toque su gran bulto por encima de su pantalón mientras el seguía besando mis pechos. Cuando se dio cuenta de lo que estoy haciendo me detuvo la mano y me miro a los ojos.

Sus ojos están llenos de deseo.

Empezo a desabrochar su pantalón y estos cayeron al suelo dejando a mi vista su gran miembro. Mordi mi labio. Es tan grande y con una hermosa cabeza rosada.

Me arrodille y lo agarre en mis manos para luego introducirlo en mi boca. Sodo soltó un gemido. Empecé a darle pequeños besos. Todavía no estaba completamente rígido y, para mi sorpresa, pude empujar la cabeza más allá de la abertura de mi garganta. Levante mi vista a Sodo, me mira con expresión de éxito.

Lo saque nuevamente, y respirando profundamente me lo trague otra vez. Volví a frotarlo lentamente, girando mi boca alrededor de la base, su punta masajeó suavemente mi garganta. Sodo esta atónito pero se ve que esta disfrutando mucho el momento.

Él comenzó a mover sus caderas, obligando a la cabeza de su miembro a subir por mi garganta y luego bajar hasta donde pudiera. Comence a temblar y respirar hondo, no quiero que pase un accidente.

Sodo me puso una mano en la nuca y la instó a bajar. Acepte de buena gana las instrucciones y lo chupe hasta mi garganta.

Sodo tiró de mi cabeza para que permitiera que se deslizara lentamente hacia adentro. Luego comenzó a hacer un vaivén más rápido mientras comenzaba a escalar hacia su propio orgasmo.

Él comenzó un ritmo que parece encajar con el mio. Abrí mis ojos y lo miré. Mis ojos un poco acuosos y dilatados, tenían un deseo sincero en lo más profundo de ellos.

Me empuje contra él, succionándolo hasta el fondo otra vez.

—Oh mierda—Me hablo con una voz entrecortada. —Casi me vengo —Apenas fue audible por sus gemidos. Continúe con los movimientos más rápido hasta que él gruñó mientras sentí su delicioso jugo bajar por mi garganta.

Lo saque de mi boca y más de su jugó cayó al suelo. Lo mire y relami mis labios, saboreandolo.

Me levante y él me beso. Fue un corto beso porque ya tenemos que salir de aquí. Él se subió su pantalón mientras yo abotone mi camisa.

—La próxima te toca a tí. —Le dije sonriendo, me mire al espejo y con papel me limpie la cara. Volví a lavarmela, me seque y salí. Él no para de mirarme. Creo que lo deje sorprendido.

Kiss the go-goat (ghost) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora