Clásico Amor Adolescente

06

Capítulo 06

—Pudrete, Palvin. —digo pero el chico con rizos eboza una sonrisa malvada.

Claramente estoy nerviosa y él puede notarlo. Será mi primer castigo y no se qué es lo que nos harán hacer o si llamaran a nuestros tutores. Realmente me aterra mucho las posibilidades de lo que puede suceder.
Jacob toma asiento a mi lado y saca un sandwich de jamón.

—¿Quieres? —pregunta al atraparme verlo comer. Yo niego.

—No como carne. —esto parece haber despertado su curiosidad.

—¿Hace cuánto?

—Más de seis años, quizás.

Nuestra conversación termina cuando la profesora entra al salón.

—Veo que ahora si son puntuales. —

'Veo que usted no tanto' pienso.

Por obvias razones, no lo diría en voz alta jamás.

—Bueno, su castigo será investigar por qué es irrespetuoso llegar tarde y las razones de no tener que normalizarlo. —la profesora toma asiento en su escritorio y acomoda algunas cosas en el —Su castigo dura 40 minutos. Así que me pondría a investigar, si fuera ustedes.

Como Dios manda, comienzo mi trabajo de investigación.

(...)

—¡Amén! —me paro y me dirijo al escritorio para entregar mi trabajo terminado.

La profesora me mira y lo agarra, comienza a revisarlo y a anotar algunas cosas en las hojas del mismo.

—Muy bien, puede retirarse si así lo desea. Espero y sea la última vez que llegue tarde, señorita Laudth.

Yo asiento y voy hasta mi lugar. Veo a Jacob y éste se para ir hasta la profesora. Le entrega su trabajo y ella lo corrige.

—También puede retirase, señor Palvin.

Jacob viene hasta mi. —¿Quieres hacer algo hoy en la tarde?

—Ya es la tarde, genio.

—Como que se me fueron las ganas de invitarte un helado, genio.

—Bien, discúlpame, ¿a qué hora exactamente deseas que nos juntemos y en dónde? —termino de juntar mis cosas y me paro. Jacob comienza a juntar las cosas de él.

—A las 17:00, en la Heladería Congela tu Sonrisa.

—Okay, ahí te veré.

Nos despedimos de la profesora y salimos del salón. Vamos juntos hasta la salida, yo aprovecho para escribirle a Lucas que voy saliendo.

Son las 14:34, hace 34 minutos debería haber salido del colegio.

Vamos por los vacíos pasillos.

—¿No te parece raro? —pregunto.

—¿El qué? —Jacob me mira curioso.