My Bitch [Ecko]

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Narra Valeria

Eran las 6:43 y decidimos subir a las habitaciones para después bajar a comer. Rodeo mi cuerpo con la toalla y salgo de allí para ver a Ignacio sin camisa en el balcón me giro dandole la espalda para alcanzar mi maleta y la abro para sacar mi ropa interior dejo caer la toalla y empiezo a vestirme cuando ya tengo el corpiño y mis bragas camino  hacia el espejo completo y siento los besos de Ecko en mi cuello.

- Ya se me quitó el hambre de comida- susurró un mi oído y sonreí cuando sentí su erección.

- Quedamos en algo pendiente hace un rato- le dije sonriendo, el pasó sus manos por mi abdomen abrazandome para dejar círculos en mi vientre.

- Porque llorabas antes- habló besandome el hombro y el cuello, suspire.

- Recordé a alguien muy especial..- le respondí y me miro

- Algún pibe?- preguntó y negué

- Recordé a Vale de Castillo, mi madre- hablé y el se sentó en la cama y me sentó en sus piernas

- Se nota que la quieres- dijo y asentí

- Ella..siempre estuvo conmigo, era su primera hija y además ella era muy joven- Sonreí recordandola

- Si la extrañas podemos ir a visitarla- dice y le sonrío amable

- Ignacio..mi mamá está muerta- le dije y el trago despacio

- Lo siento..¿Hace cuanto?- preguntó y suspire

- siete años..- susurre acariciando su nuca

- ¿Y tu viejo?- preguntó

- El nunca fue un verdadero padre, cuando mamá murió, el empeoró se volvió más adicto al trabajo..no nos dejaba salir, viviamos todos en una especie de cárcel hasta que me fui de casa a los 16 años, mi mamá me enseñó a nunca separarme de mis hermanos así que los lleve conmigo..- digo y el levanta mi mentón para verme a los ojos

- serás tan buena madre como ella, incluso mejor- dijo y mis ojos empezaron a ponerse llorosos.

Nunca había pensado en eso, el ser madre, para mí lo único que importa son mis hermanos, admito que de pequeña soñaba con eso con tener una familia un esposo, hijos, pero todo se arruinó con la muerte de mi madre ahí enfrente la realidad.

- Enserio..crees eso?- hablé con la voz emtrecortada tratando de aguantar mis lágrimas, el alzo su mano y limpio esa lágrima que recorría mi mejilla.

- Claro que lo creo- dijo para tirarse en la cama y arroparnos con las sábanas, rapidamente lo abraze, haciendo que el enrolle sus brazos en mi cintura, lo miré a los ojos y por primera vez pude apreciar claramente que el sentía algo más que deseo por garchar.

Sus ojos en ese momento me transmitían paz, libertad cosa que a pesar de tratar de vivir mi vida al máximo no lo había sentido en años, sentí cosas más fuertes de las que sentí por él en su momento.

(🔥)

Tomé sus mejillas y lo besé, un beso lento sin prisa un beso como ningún otro ambos demostrabamos los sentimientos que nos hacía sentir el otro, sentí su mano empujar mi cadera hacia el, recorrió con sus manos mis piernas y deslizo sus manos para desabrochar mi sostén, cuando lo hizo llevo su mano a uno de ellos dejó un beso en mi cuello y dio una lamida y aprovecho para bajar mis bragas, volvió a subir a mis labios mientras acariciaba mis muslos, deslize mis manos por su pecho desnudo hasta parar en su boxer, lo bajé aún besandonos y el terminó de quitárselo.

Se acomodo encima mío y lento se adentro en mí me separé para enrollar mis manos en su cuello, sus movimientos eran lentos sin prisa, disfrutando el momento lo miré a los ojos para después acercar mis labios a los suyos.

Ambos gemimos cuando llegamos al orgasmo hace tiempo no tenía uno así uno pleno, deseado por sentimientos y no por la calentura, sentí a Ignacio terminar dentro mío y suspire ante esa sensación, se tumbó a mi lado y me abrazó atrayendolo a el.

(🔥)

Le di un último beso para después acurrucarme en su pecho y quedarme dormida no sin antes pensar en lo que acabamos de hacer.

¿Acaso..habíamos hecho..?

Mi respuesta: si, y desearía que este momento durará para siempre así conmigo en sus brazos, sin nadie más solo nosotros dos.

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