Asesina; Ruki Mukami

Capitulo 6

Camine lentamente, conforme me iba acercando más rápido caminaba, ella aún no se daba cuenta de mi presencia, ¿como sería la mejor manera de matarla? ¿Pasar un cuchillo por su cuello? ¿Asfixiarla? ¿Golpearla? ¿Que sería bueno para esa hermosa y blanca piel?

—Yui..

Observe a mis espaldas, estaba ese chico Azusa.

—Akira... —sonrió.

—Akira —sonrió Yui. —Lamentó pro no haberte saludado, realmente no te vi

Ella me estaba sonriendo, ella me estaba saludando, ella se había acercado a mi. Con una mirada de terror me aleje un poco de ella, deja de ser tan amable.

—Yui —sonreí. —Justo yo iría a saludarte, no quería ser mal educada y no hacerlo —reí. —A parte me perdí solo un poco, no sabía dónde estaba y cuando te vi quería pedir tu ayuda

—Yui aún no conoce muy bien.. la mansión —susurro Azusa. —Pero... yo podría.. enseñarte toda la... mansión

Presione con fuerza mis puños, tenía ganas de golpearlo, hablas tan lento y me desesperaba.

—Muchas gracias Azusa —sonreí.

—Vamos Akira, váyanos a desayunar, Ruki ya debe de estar haciendo el desayuno —sonrió Yui,

—Las veré... en unos... minutos..

—Te veremos ahí Azusa

Ella tomó mi mano, mi corazón comenzó a acelerarse, no había nadie ahí, ya no había nadie, estaba ella cercas de mi, podía sacar mi pistola con mi mano libre y darle en la cabeza, tengo que hacerlo, no puedo quedarme en esta maldita mansión.
Comencé a levantar mi playera.

—Justo las estaba buscando —dijo Ruki,

—Idiota —susurre.

—Ruki, Justo íbamos hacia haya, Akira se perdió un poco y por casualidad ella me encontró pidiéndome ayuda

—Ve a la cocina.

—D-de acuerdo

Yui me dio una ultima sonrisa y desapareció. Ruki me observaba serio y yo a él.

—¿Porque saliste d la habitación?

—Como invitada tengo que ser tratada bien —susurre. —Tenía hambre

—Debiste haber esperado

—Demonios Niño, cállate me largo a la cocina

Camine aún lado de él, cuando mi mano fue jalada y atraída hacia el.

—No transmites confianza, así que cuida mi qué haces, que no sabes absolutamente nada

–Es de mala educación amenazar a tus invitadas

—¿Como puedes hablar de modales?

—Si ese es el caso —susurre.

Acerque más mi cuerpo a él y acerque su rostro al mío.

—¿Que te parece si me concedes algo?

Él seguía serio, analizando mis acciones y comentarios,

—¿Puedo darte un beso?

—¿Eres tonta?

—¿Lo negarás?

Él seguía serio, no sabía si pensando eso o intentado hacerme algo.

—¿Que ganaría?

—Un beso mío —dije obvia.

El suspiro y tomó mi cuerpo acercándome más a él, me quede un poco sorprendida. Poco a poco acercó su rostro, mientras que yo solté una carcajada.

—¿Creíste que dejaría que me besaras? Recuerda, prefiero a un vago que un tipo como tú

Me aleje de él y me di la vuelta.
Podía sentir su mirada, parecía molesto.

—Es una niña malcriada —susurro molesto.