Cap 14 (El disparo)

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Del estruendo, cerré los ojos, los abrí para ver a donde había pegado, no vi ninguna marca en la silueta.

-¿Eh? ¿Que pasó?- bajé el arma desconcertada

-Puees, digamos que Carlos está herido en una pierna- respondió Clariss

Bajé la mirada y en efecto estaba Carlos tendido en el piso agarrandose una pierna con ambas manos.

Dejé el arma y corrí a donde el inmediatamente

-¿Oh por Dios estás bien? ¿Porqué te atravesaste, no ves que estamos en entrenamiento de disparos?- el solo hacía gemidos de dolor

-Clariss, llama a alguien, medico, o lo que sea que exista aquí-

-¿Si sabes que no morirá?- miré a clariss desesperada

-Lo sé, pero mira como sufre- miré a Carlos nuevamente -Por favor di algo

El toció un poco

-Gabri...elle, creo que eres- toció de nuevo- un completo...peligro-

-Oh, si está bien- me levanté y volví a mi posición junto a Clariss y tomé mi arma

-Volví a sostenerla con mis dos manos, enfocar mi objetivo y coloqué el dedo en el gatillo-

-Oigan, sigo aqui, ¿me van a ayudar?-

-Tranquilo Carlos, ya vienen por ti- Dije en voz alta sin dejar de ver mi objetivo

Respiré profundamente y disparé
Esta vez la bala solo habia rosado la parte de la cara, me decepcioné un poco

-Tranquila, creo que vas mejorando, ya no fue a un alma a quien disparaste-

-¿Yo estoy escuchando sabían?-

-Si, lo sabemos-

Al rato llegaron dos guardias con una camilla, lo levantaron y se lo llevaron, Carlos hacía un escándalo mientras se lo llevaban, que casi siento pena ajena.

Tardamos unas dos horas en el mismo proceso de respirar, visualizar, enfocar, disparar.
Debo aceptar que soy horrible para esto, creo que el mejor disparo de todos fue el que le dí a Carlos, porque lo demás fue un completo desastre.
Clarissa me ofreció otro entrenamiento mañana antes de bajar con mi cuerpo, pero dijo que no veía muy necesario eso, pues solo iría a ver a mi hermanita, y tenía mucha razón.
Al salir me dirigí a la sala que me dijo Clariss que podría estar Carlos.

Toqué aquella puerta que tenia un letrero: "Recuperaciones"
La voz de Carlos dió la orden de pasar
Cuando me vió se llevó las manos a la cara

-¿Que quieres Gabrielle?, ¿traes un bate para golpearme?-

-¿No?, solo lo siento, pero tu atravezaste-

Enseguida entró a la habitación un hombre con bata, supongo que sería el supuesto doctor-

-Eh señor...- miré una pequeña placa que llevaba en la bata con su nombre- Señor Williams, ¿Carlos estará bien?-

-Claro, por hoy no podrá caminar sin muletas, pero mañana estará como nuevo-

-Oh, que bien, realmente pensé que podría ser peor-

-Sabes que aquí no existe algo grave-

-Si, si, lo siento, la costumbre de la tierra-

Aquel hombre solo entró a buscar unos documentos y salió

-¿Ves?, estarás bien-

-Si estar bien es andar cojo, ¡Por supuesto Gabrielle!-

-No me doy cuenta de tu sarcasmo- puse los ojos en blanco

-Puees, son casi las 5, nos vemos- salí sin dejar que el mencionara otra palabra

Llegué a la habitación, y Jess estaba acostada viendo TV

-Hasta que llegas-

-Si, eh, estaba en un entrenamiento, le disparé a Carlos, no me fue nada biee...- enseguida ella se levantó

-¿Le disparaste a Carlos?-

-Si, solo fue un error, nada personal-

-Eres como una chica problemas- ella sonrió - ¡es genial!-

-¿y que haremos antes de ir a donde Vero?-

-Pues tengo una idea, sigueme-

Ella apagó la TV y la seguí, me llevó al vestier

-¿Porque estamos aqui?- me detuve en la puerta

-Se supone que si algo sale mal seducimos a Ethan-

-Pero esto es algo asi como el intermedio del cielo, no encontrarás un babydoll o algo asi Jess-

-No, no encontraremos algo coqueto, a menos que tengas un amigo costurero-

-Hola- era la voz de un hombre a mis espaldas

Enseguida me aparté

-Pues si, soy de los mejores, nada que presumir- el y Jess rieron

Aquel hombre de unos 30 años sacó de un bolso dos vestidos rojos, el le dió uno a cada una, realmente me parecía tan vulgar

-Si, bueno, ¿y la otra mitad que le hace falta?-

-Gaby, son asi-

-Se me verá una nalga Jess-

-Esa es la idea Gaby-

-Jaja te volviste loca, definitivamente-



Gabrielle contra la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora