Cap 23 (A la tierra de nuevo)

32 5 0
                                    

Si hubiera sabido que esto pasaria, no me habría cambiado.

-¡Bajen las armas!- ellos enseguida lo hicieron así

Era él

-¿Me dejarás ir?, primero me seduces, luego me amenazas, me raptas, me vuelves a seducir y haces eso que hiciste en mi mente-

-Wow, calmate preciosa, yo no hice eso, tu lo hiciste-

-¿Qué, yo no hice eso, tu fuiste el que habias mencionado una tal chispa, tu eres el responsable de eso-

-Lo mencioné pero esta fue mucho mayor, espera, ¿tu viste lo mismo que yo en el beso?-

-¿No es eso de lo que hablamos?-

-Pensé que había sido una idea mia-

-Se-rá-que-ya-me ¿PUEDO IR?- hice una pataleta infantil

-Pues, no me besaste tu, pero lo haré pasar como parte de lo que te pedí, ¿no quieres ir a la tierra?-

Hoy estaba esperando bajar a la tierra, yo no sabia si despreciar ese ofrecimiento, además que ya no le debo nada a ese idiota

-¿Sabes que si? Bajaré, pero sin mi cuerpo no lo haré-

-Eso ya está solucionado, el codigo del cuerpo que usas está aquí- el sacó de su bolsillo una USB-

-¿Porque pretendes ayudarme?-

-Ya te habia respondido, no me hagas respetirlo-

-Pues no creo nada de eso, por algo eres un demonio- el se acercó lentamente a mi y me levantó la barbilla para hacer que viera esos ojos oscuros y penetrantes.
Era dificil dejar de mirarlos.

-Gabrielle, yo no soy tu enemigo- me soltó inmediatamente

-Sigueme si quieres bajar-

El me llevó a la parte trasera del castillo, salimos a otro bosque, el de un momento a otro empezó a saltar mientras avanzaba

-¿Qu..Qué haces?- se veia muy gracioso cada vez que saltaba

-Se lo que estás pensando, ni intentes reirte, porque ahí si usaré mis flechas contra ti- de repente en un lugar donde el saltó se escuchó como si hubiera pisado madera y no el suelo normal.

Se agachó y levantó una tapa de madera que estaba cubierto de pasto como todo el bosque, por eso brincaba, para encontrarla.
Me acerqué, señaló el lugar y me pidió entrar.

-¿Cómo se que no es una trampa?-

-¿Qué puedo hacer, matarte, violarte?-

-No, pero si vender mi alma-

-Yo no vendo almas, solo intercambios-

-Es casi lo mismo, no confío en ti-

-Escucha, ahí dentro hay unas flechas como las de ayer, si intento hacerte algo solo apuntame con una de ellas y listo, además no estás sola, abajo está el profesor-

Me asomé y así lo pude notar, había un hombre en medio de unas maquinas.

Bajé a ese lugar, olía mucho a polvo, parecía que las maquinas fueran del siglo pasado, Ethan le entregó la USB al hombre quien me hizo sentarme a una silla, que sentí que podría desarmarse, me colocó un casco, el hombre empezó a presionar varias teclas.

-¿Esto es seguro?- Ethan se pasó la mano por la cara como irritado, se acercó a mi y me miró a los ojos

-Estás muerta, ¿lo sabes?, No te puede pasar nada-

-Bien bien, solo no me toques mientras no estoy-

-No prometo nada- fruncí el ceño

De repente cerré los ojos involuntariamente.

-Nos vemos pronto- Escuché como la voz de Ethan se volvía un eco.

Solo veo oscuridad, no me siento viva aún, ojala no me hayan mandado a un baño portátil.
Empecé a sentir mi cuerpo, me siento algo pesada, abrí mis ojos, yo estaba tendida en el piso, este lugar... es el mismo parque de la otra vez.
Me levanté y me sacudí un poco.

-¿Porqué nunca aparezco en un jacuzzi o algo así?-

Me acerqué a una señora

-Disculpe, ¿que día es hoy?-

-Amm Domingo 16-

Revisé mis bolsillos, solo había dinero para el transporte que me llevaría a casa, espero y Kelly esté ahí.
Me bajé una cuadra antes, no podía llegar a preguntar por ella como si nada.
Empece a caminar en círculos, ¿Que invento?, creo que están ahí-

De tanto caminar en circulos empece a marearme un poco, tropecé con una piedra, y antes de llegar al suelo alguien me tomó de ambos brazos evitando que maltratara este cuerpo ajeno.

-Muchas gracias, pude haber sido una caida muy... ay no puede ser, tu-

-Si, soy yo, ¿Donde estuviste metida?- era ese tipo, Hand.

-¿Que haces aquí?-

-Yo pregunté primero jovencita-

-Bueno, he estado por ahí, ahora, ¡responde!-

-No te mentiré, desde el día que me dijiste el numero de tu calle yo me mudé aquí, pero no te había podido ver, ¿Donde es que vives?-

Escucha, te puedo explicar algo si haces algo por mi

-Dime, ¿Qué puedo hacer por ti?-

-Verás, soy amiga de una niña, pero no se si eso le guste a sus papás, necesito solo que averigües si ella está ahí en su casa-

-Claro, señalame la casa-

Enseguida apunte con mi indice derecho

-¿Hablas de Kelly?-

-Si si, ¿la conoces?-

-Te dije que me mudé aqui, puedo hacer que voy a comprar helados con ella, sus padres no me dirán que no- el sonrio, cuando conocí a Hand pensé que era un total idiota, pero veo que al menos intenta ayudarme.

-¿No la quieres raptar y vender sus organos?- el me miró entrecerrando sus ojos

-¿Disculpa, tengo cara de criminal?-

-No, pero si de una mujer hermosa- yo me sonrojé, aunque no se porqué me ilusiono, esta no soy yo, todo lo que hago es tan falso, y ahora el se mancha de mi falsedad.

Vi como el entraba a la casa, pasaron unos 7 minutos cuando venía junto a Kelly, cuando estaban mas cerca el me señaló, no olvidaré la cara de sorpresa que puso Kelly, enseguida empezó a correr y se me tiro encima con tanta fuerza que caimos al suelo, pero aun así ella me abrazó fuerte y yo igual a ella.

-¡Hermana! Te extrañé tanto, ese dia te fuiste, yo pensé que era un sueño, pero estás aquí por mi- ella estaba a punto de llorar pero a la vez mantenía una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Hermana?- era Hand quien estaba frente a nosotras.




Gabrielle contra la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora