Cap 18 (Las extrañas pisadas)

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Jake tomó uno de los elementos que llevaba en el bolso, y lo hizo rodar por el suelo, era una bomba de humo, eso distraería mientras sacabamos nuestras armas, yo tomé mi revolver y mi navaja, la cual tuve que guardar en la parte trasera de mi ropa interior para que no se notara.

-¡GABRIELLE! VETE, ELLOS PENSARÁN QUE ERES UNA DEMONIA, NO TE HARÁN DAÑO- Jake se movía mucho para que los guardias no le dispararán, con el humo, veia los disparos salir, pero no sabía de donde provenían exactamente

En medio de todo eso corrí y me agaché un poco para evitar que me fueran a disparar por accidente , al entrar vi un enorme salón, a unos metros mas se veía la entrada del frente, por un momento vi cuando Jess estaba retrocediendo, disparaba muchas veces, había mucho humo también, quería ayudar, pero nisiquiera se disparar bien, es mejor que vaya a entretener a Ethan.

-Okey Gabrielle, recuerda la ruta-

Subí las enormes escaleras, y entré a la biblioteca, estaba muy oscura, las lamparas estaban apagadas, ¿Cómo fue que no traje nada de iluminación?, el anillo hizo aquel sonido

-¡Gabrielle!, ¿cómo vas?- era la voz de Jake, oprimí el botón para responder

-Estoy en la biblioteca, acá adentro no hay guardias, a penas terminen con los de la entrada pueden entrar con total seguridad-

-¿Gabrielle que hay de Ethan?- esta vez era Jess

-Tranquilos, desde acá de la biblioteca el sonido es leve, en su habitación no se debe oir-

Caminé hacia el fondo de la biblioteca a tientas, olía mucho a polvo, debían ser libros muy antiguos, choqué con una pared, aquí debía ser donde estarían las escaleras, de repente escuché el ruido de unas pisadas muy extrañas, me devolví un poco y me escondí tras algo rustico, creo que era un escritorio, mantuve mi arma lista, en caso de que tuviera que disparar, los guardias podrán creer que soy una demonia, pero no los de este lugar, no arriesgaré el plan

Quien venía traía iluminación, podría encontrarme en cualquier momento, estaba mas cerca y mas cerca, aquellas pisadas por un momento se detuvieron, yo cerré y apreté los ojos, sentí la iluminación en la cara y disparé.
Oí como se hizo a un lado, abrí los ojos, la luz me encandilaba la vista y coloqué una mano para tratar de ver aquella figura, que nisiquiera intentó atacarme

-No puede ser Gabrielle, ¿eres tu?- bajó la lampara, su voz, esa voz, enseguida me puse de pie

-¿Que haces aqui Carlos? Casi muero del susto, espero no vengas a detenerme o me veré en la obligación de dispararte, y esta vez a propósito, levanté el arma y le apunté

-Tranquila, tranquila, no puedo detenerte con lo que sea que quieras hacer- bajé el arma

-¿Entonces que haces aqui, si no vienes a detenerme?-

-Sospeché mucho de su "pillamada", dejaste el peine de esta mañana en el campo de entrenamiento, era mi excusa perfecta, para llevartelo y ver que hacían realmente, pero no estabas en tu habitación, y en la de Vero había un mapa envuelto en la mesa del castillo, supe que vendrían, solo quiero ayudar-

-Pensé que serías como el Señor Wilson, es decir, ya sabes, el nos prohibió venir-

-Lo se, pero tranquila, solo quiero ayudar en el rescate, sigue con lo tuyo, traje otra lampara, ten- me la tiró para que la atrapara

-Veo que ya no tienes tus muletas-

-Aun estoy algo cojo, pero no las necesito-

-Eso explica las extrañas pisadas que escuché-

Escuché otras pisadas, que esta vez venían muy rápido, era alguien corriendo, Carlos apagó su lampara y me empujó hacia la izquierda, el también llevaba un arma
De repente escuché en voz alta: ¿Gaby?

Encendí mi lampara, e iluminé un poco

-Jess, gracias al cielo, ¿estás bien?-

-Claro que si- noté en su brazo izquierdo un agujero, debía ser de una bala y lo iluminé para ver si no era algo peor.

Ella enseguida notó que yo observaba su herida

-No te preocupes, la sacarán después y sanará rapidamente, los guardias dispararon al azar y me hirieron, por cierto, pensé que ya estabas donde Ethan, a el le gusta salir por las noches a caminar, tienes que estar cerca de su habitación e impedir que baje-

-Pero yo...-

-Pero tu nada, ya yo no puedo, estoy herida, no puedo ir a seducirlo asi-

-Con que ese es su maravilloso plan-

- Silencio, dijiste que no me detendrías- lo miré seriamente

Le pedí a Jess que me acompañara para entregarle las armas y que estuviera cerca en caso de emergencia

-Yo iré con Jake y kevin al rescate, cuidense-

Jess presionó el botón de su anillo

-¿Están todos bien?-

-Si, tranquilas, ya nosotros vamos con ayuda de Vero a encontrar a los chicos- era Kevin

Jess y yo subimos las escaleras de la derecha, había un pasillo donde habían dos puertas, le entregué mi revolver a Jess y ella se quedo en las escaleras, yo me acerqué a la puerta derecha.

La puerta empezó a rechinar, no puede ser.

Gabrielle contra la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora