Mira El Infinito Dividirse

Capítulo 9

La clase se había terminado, y teníamos tiempo para tomar el lunch. Y el centro de la plática como era de esperase era Tobias. Al pobre ya le han de sangrar los oido.

–¿Qué tan descomunal es amiga –dice Luke. a lo que las demás se empezaron a reír.

–Basta chicos –dice Lana. –Eso no se dice Luke, son cosas de pareja, es íntimo –dice en voz baja. Lana siempre ha sido la más inocente de grupo, la pura y casta. Ella cree en el "felices para siempre"

–Vamos Lana –dice Luke. –¿No te da curiosidad?

–¡Claro que no! –dice un poco indignada –Eso es entre Lyanna y Tobias.

–Gracias Lana –digo.

–Pero debo aceptar que esto es gracioso –dice Lana en lo que suelta una risita y todos se reír. Yo solo le hago un cara de indignación.

–No puedo creer que Lyanna este saliendo con alguien –dice Luke

–¡No puedo creer que Lyanna se esté tirando a un sueco! –dice Mercedes

–Rompió con la maldición –dice Emma en lo que le toma a su café.

Después de mil burla y comparaciones de penes con otros, entramos a la siguiente clase. Qué es de lo más aburrida. ¡Odio la teoría!
Pero este es ultimo semestre que recibo teoría, me queda otro año para titularse. y es de pura practica.

En lo que estaba en la clase que hablaban de la historia de los instrumentos de cuerda me llega un mensaje de texto...

Es de Tobias:

"¿Que haras este fin de semana?"

A lo que le contesto:

"Nada por el momento. ¿Por?

No pasan ni dos minutos:

"¿No quieres pasar el fin de semana conmigo en Linköping?"

–¿Y esa sonrisa? –dice Emma en voz baja.

–¡No estoy sonriendo! –me toco mi rostro para darme que efectivamente estoy sonriendo.

–Ya dime estúpida –yo suelto un risita...

–¿Todo bien por allá? –dice el profesor en nuestra dirección.

A lo que Emma y yo contestamos un "sí" al mismo tiempo. Eso nos provocó reírnos mas pero esta vez más bajo.

–Saliendo te cuento –le digo. Decido contestarle después a Tobias.

***

–¿Osea que te vas a ir el fin con Tobias el descomunal? –dice Luke desde la cocina. Estábamos todo en el departamento, Luke decidió cocinar sus albóndigas suecas.

–¿Podrías de dejar de decirle así? –digo en lo que le doy un trago a mi Coca Light. –Hasta que no se me salga decir así en frente de él.

–Dudo que se enoje –dice Mercedes. –Pero ya. ¿Te vas a ir?

–Aún no le he contestado –digo.

–¡Y QUE ESPERAS! –dicen todos incluyendo a Lana. Saco el celular de la bolsa trasera del pantalón, me levanto y voy directo a mi habitación.

–¡HAY HAY! NO QUIERO QUE ME VEAN –dice Emma, en tono de burla. A lo que los demás me abuchean.

Cierro la puerta de mi habitación, y me siento en borde de mi cama y empiezo a textear...