Capítulo 12

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El fin de semana paso rápido. Bien dicen que cuando te diviertes, el tiempo vuela. Y otra vez estaba en la rutina diaria.

Las clases se me hacían eternas, lo bueno que estaba en la última hora. Mercedes nos invitó a su casa a comer. Y como era obvio, también para preguntarme lo que había hecho en el fin de semana.

***

–Así que... conociste a su hermano –dice Luke –¿Es guapo?

–Es rubio –mientras que le doy un bocado a mi comida. –Es una persona muy agradable.

Pasamos una tarde muy agradable le conté todo lo que hice con Tobias, incluso los detalles sucios. Qué fue lo que más me preguntaron.

Ya estábamos viendo una película cuando mi móvil suena. Al momento que me di cuenta quién era, una sonrisa salió de mi rostro. A lo que los chicos se dieron cuenta, y empezaron sus burlas. Así que me pase enseguida y me fui a otro lugar mas privado a contestar...

–Hola Tobee.

–Hola nena –no puedo evitar sonrojarme al escuchar su voz. –¿Cómo estás? ¿Cómo fue tu día?

–De lo más aburrido –le dije sin más. –¿Y a ti como te fue en tu día?

–De hecho excelente –dice. –Ya estoy un poco más organizado con el proyecto que te platique este fin de semana.

–¡AH! si –digo. –Tu proyecto musical. Me alegro por ti.

–Cambiando de temas –dice. –¿Tienes planes el miércoles?

–Nop ¿Por qué?

–Bueno, mi madre quiere que vaya el miércoles porque mi hermano le hablo de ti y quiere conocerte.

–¿Qué? –mi mente se quedo en blanco por un momento. Conocer a su madre es una cosa muy distinta que conocer a su hermano Sebastian.

–¿Estás seguro que quieres que conozca a tu madre?

–Si, ¿Por qué no? –dice de un modo relajado.

–Ok –digo. –Si te parecen bien. Por mí no hay problema.

–Excelente –dice, pero en eso su voz baja dos octavas. –Así tengo le excusa de verte y quedarme una noche contigo.

Él sabe cómo alterar mis emociones.

Después de decirle mil veces adiós, por fin colgamos. Yo me fui directo a donde estaban los demás.

–Quiere que conozca a su madre –lo dije sin más.

–¿QUE? –dijeron todos al mismo tiempo.

–Si, su hermano le habló de mí. Y ahora me quiere conocer.

–¡Oh mi dios! –dice Lana –Ya estoy escuchando campanas.

Todo nos empezamos a reír. Por un momento se me hizo gracioso, pero luego me puse a pensar hasta dónde llegaría la relación que tengo con el.

–¿Y qué le dijiste? –dice Emma.

–Que sí iba a ir.

–¿Osea que vas enserio?

–Aún no lo se. –no quiero volverme a enamorar y que me rompan el corazón otra vez –Pensé.

–Se lo que estás pensando –dice Emma. –Solo lleva las cosas a tu ritmo ¿Okay?

–Tobias es una persona que me agrada –digo –Pero, no quiero que me pase lo mismo...

–Emma tiene razón –dice Mercedes. –Por una vez en tu vida se egoísta, y lleva las cosas a tu ritmo.

Las chicas tenían razón, tengo que llevar las cosas a mi propio ritmo. En realidad me gusta mucho Tobias, y me gustaría pensar en futuro junto con el. Dejamos el tema, y seguimos viendo la película.

***

El martes por la tarde estuve hablando con mi madre, y lo mucho que me extraña. le prometí que iba a pasar la navidad con ellos, ya que en verano tengo otro planes. A lo que ella no le agrado, pero se como convencerla. Así que la calme y le dije que antes de entrar a clases iba a verla y ya en navidad me quedo más tiempo.

Después de colgar, me dirigí hacia mi habitación, tenía que terminar el sonata. Y como es de costumbre, cuando me meto en mi música, el tiempo se va como agua. Solo veo como se mete el sol y la oscuridad empieza a salir.

Salí de mi habitación a buscar algo de comer, cuando vi la nota que Emma me había dejado...

"Me fui con Luke a terminar el cuarteto de Cellos. ¡NO ME ESPERES!"

–Parece que voy a tener la casa sola –pensé.

Decidí por prepararme un sándwich ya que no tenía muchas ganas de cocinar.

Ya me iba a sentar a ver televisión, cuando tocan la puerta. –Maldición ¿Quién demonios toca la puerta a las 10 de la noche? –pensé.

Abrí la puerta y ahí estaba él, con una sonrisa...

–¿Qué haces aquí? Creí que vendrías hasta mañana –digo. El solo se limitó a tomar mi rostro y besarme.

–Acabo de llegar –dice, y me doy cuenta que lleva su mochila. –Solo que tenia muchas ganas de ver a mi nena.

Y esa fueron las palabras mágicas. Ya que después de eso, mi sofá fue testigo de cómo nuestros cuerpos se consumieron entre sí.

Como me encanta ese hombre...

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