Capítulo 14

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Al llegar al departamento, la ropa nos estorba.

Desesperados nos empezamos a quitarla, entre besos y caricias, llegamos a la habitación. Hoy me sentía más confiada, así que yo tomé el control.

Tumbé a Tobias a la cama, sabía lo que quería hacer, y por eso no protestó. Solo se limitó a sonreír. Sabe que su sonrisa me provoca mil y un pensamientos, así que solo me limité a hincarme frente a él.

Pasé mis manos por sus muslos hacia el botón de sus jeans. Solo se escuchaba la respiración irregular de Tobias. Yo se que desde hace varios días había deseado esto...

–¿Te hago una confesión?

–Que paso nena –dice Tobee.

–Es la primera vez que hago esto –digo algo nerviosa. –Tu sabes... sexo oral.

–¿Es enserio? –dice bastante sorprendido. –Si no quiere hacerlo, lo entiendo...

–Si quiero –digo en lo que desabotono su pantalón. –Solo... no seas tan cruel si lo hago mal ¿Ok?

El solo se limitó a sonreír, se agacha en busca de mis labios.

–Dudo que lo hagas mal... – Yo continuo quitándole los jeans, hasta dejarlo en ropa interior.

Se recostó en la cama, corriendo su lengua en sus dientes, sólo así apreté mis muslos, sintiendo un calor entre mis piernas.

–¿Sabes qué hice esa noche después de nuestra cita? –me preguntó Tobias, su voz muy baja, sus ojos muy calientes en mi cara.

Sacudí mi cabeza. Me sonrió.

–Me masturbé tres veces seguidas, sólo pensando sobre ese pequeño sonrojo qué tenías cada vez que nuestras miradas se encontraban. Sólo un vistazo a ti y me encontraba perdido.

Me sonroje y no pude evitar el imaginarme aquel hombre tocandose de una forma sensual.

Agarré su longitud en mi mano y la acaricié como mis amigas me habían dicho. Agarrándolo con fuerza, me incliné para pasar mi lengua por la punta. Me encontré con la mirada de Tobias que ardía dentro de mí con deseo, antes de que pusiera la cabeza en mi boca.

–Oh, joder –murmuró mientras su cabeza caía sobre la almohada.

Sonreí mientras intentaba llevarlo más profundo en mi boca. Luchando contra mis arcadas, lo trabajé adentro y afuera, acariciándolo también con la mano.

–Ah, sí, sigue haciendo eso. Maldición, se siente tan bien –gimió, sus caderas dando sacudidas en el colchón.

Recordé lo que había dicho Emma sobre hay que dar a las bolas de un chico montones de atención. Con la mano libre, las ahueque suavemente, trabajándolas entre mis dedos. Tobias gruñó de placer, así que me mantuve con mis atenciones. Una mano se retorció en mi cabello mientras que la otra empuñaba la sábana.

–Oh Lyanna, me voy a venir.

Cuando intentó moverme fuera de él, murmuré un "No" contra su pene. Quería hacer todo lo que pudiera por él, y eso incluía dejarlo venirse en mi boca. Mi reconocimiento provocó un gemido desde lo más profundo de la garganta de Tobias antes de que comenzara a estremecerse. Cuando se vino, me tomó con la guardia baja por un minuto, y yo salté, pero lo mantuve en la boca hasta que terminó.

Después de tragar con fuerza, lo dejé caer de mi boca. Miré hacia él para medir qué tan bien había sido mi primera mamada. Una sonrisa perezosa estaba grabada en su rostro.

–¿tienes incluso que preguntar?

Me reí mientras me acostó en la cama.

No pasó ni una hora cuando me hizo el amor.

Él era todo amante cariñoso, a pesar de que el lado amante cariñoso de Tobias tenía su lado dominante. Me sujetó las piernas y las colocó sobre sus hombros, las abrió más, para que su penetración muy fuerte me frotara el clítoris casi insoportablemente brusco. Me hizo venir una y otra vez antes de permitirse su propio alivio.

–Eres mía –respiró en mi oído después. Nos acostamos juntos, entrelazados. Nos encontrábamos en nuestros lados, y él estaba envuelto alrededor de mí apretadamente desde atrás, una mano firmemente entrelazado con una de las mías.

–Sí –murmuré de vuelta, y me hundí en un profundo y pacífico sueño





LAMENTO TANTO HABERME TARDADO.... COMO YA ESTOY A PUNTO DE SALIR DE MI CARRERA SE ME HACE IMPOSIBLE ESCRIBIR

NO PUEDO PROMETER SUBIR SEGUIDO PERO SE VOY A CONTINUAR LA HISTORIA..


MEDDOX JENS



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