Mira El Infinito Dividirse

Capítulo 11

Después de como pasamos el medio día, en la tarde no fuimos a casa de su hermano Sebastian. Estábamos esperando a que el semáforo se pusiera en verde, cuando Tobias habló...

–¿Y cuándo terminas la carrera? –me tomó de sorpresa, ya que estaba admirando la ciudad pintoresca.

–¿Qué dijiste? –voltee hacía con él.

–Dije. ¿Que para cuando terminas tu carrera? –me mira con una sonrisa.

–El próximo año. –digo sin más. Notaba que estaba ansioso por preguntarme algo mas, pero se no se atrevía.

–Y.. –dice mirando hacia el semáforo. –¿Ya tienes planes en donde trabajar?

Yo me quedé callada un momento –¿A dónde va esto? –me dije a mi misma. mire por la ventanilla, y le conteste...

–Aún no he pensado en eso –y fue así como nos quedamos en absoluto silencio. Pero para no hacer ese silencio tan incomodo, Tobias prendió la radio.

Fue así como el transcurso del viaje quedó, en silencio. Salvo a la radio.

Pero no duró mucho, ya que estábamos cerca de la casa del hermano de Tobias. Me sentía un poco ansiosa, que el presentar a un familiar, ya es algo más serio. –¿Acaso quiere algo serio conmigo? –pensé.

Llegamos a una zona de casas muy lindas, de esas que aparecen en la películas de Hollywood. Tenía un pequeño jardín en la entrada. Era una casa para una familia. Llegamos a la puerta y no hubo necesidad de tocar, Tobias abrió la puerta como si fuera su casa.

–Llegamos –dio un grito Tobias.

–Estamos en la cocina Tobee –dice una voz masculina. –¿Estamos? –pensé. Al llegar a la cocina vi a un hombre rubio a finales de sus treintas, con rasgos parecidos a los de Tobias.

Tobias abrazo a su hermano, y después fue directo a la nevera para tomar una cerveza. Le dio un trago y hablo...

–Sebastian –dice. –Ella es Lyanna –Su hermano se me quedó mirando, más bien escaneándome de pies a cabeza. Yo me quedé petrificada por un instante, hasta que él me regalo un sonrisa.

–Así que tu eres la famosa Lyanna –dice estirando su mano, a lo cual reaccione y se la tome. –Hola, mucho gusto soy Sebastian

–El gusto es mío –digo. –¿Qué tan famosa soy? –pensé.

–¿Quién más está aquí? –dice Tobias.

–Hace 10 minutos que llego Martin –dice su hermano. –Está en el baño. –Así que Lyanna... –dice mirando hacia conmigo. –Tobee me dijo que eres de Londres.

–¡Aja!

–¿Qué hace una londinense en Estocolmo estudiando música –me quedé por un momento muda. ¿Qué tanto le dijo Tobias de mí? me sentía expuesta.

–Me gane un beca en la Universidad de Estocolmo –dije en lo que Tobias me entregaba una cerveza, a lo que le di un trago largo.

En eso el semblante de Sebastian cambia de una forma severa.

–¿Qué intenciones tienes con mi hermanito? –me quedé en shock, mi respiración se me dificulto, me quede muda...

–Yo... –me sentía cohibida. Hasta que se escucharon pasos acercarse. Y Martin entró a la cocina.

–¿Qué está pasando? –dice Martin, al notar mi cara de pánico.

–Solo le pregunto las intenciones que tiene Lyanna con Tobee –dice sin quitar es semblante serio de su rostro, esperando una respuesta.