☆ Capítulo 4 ☆

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MIERDA...

Vuelvo a mirar atónita la ropa que hay en la bolsa, una falda corta con vuelo negra muy corta y un top por debajo del ombligo del mismo color.

Digamos que no soy una chica a la que le guste mostrar su cuerpo. No es que no me moleste, simplemente lo encuentro innecesario porque no es tan comodo como una sudadera calentita o unos comodos pantalones de chandal.

Suena el timbre anunciando que la hora del receso ha terminado, rápidamente me desago de mi ropa, la guardo en mi mochila y me cambio.

Ya han passado barios minutos desde que sonó el timbre y los pasillos están vacíos asi que no me queda otra que tener que ir corriendo a mi proxima clase, filosofía.

Suspiro fuertemente cuando veo que la puerta de la clase está cerrada y llamo varias veces a la puerta hasta que escucho que del otro lado alguien dice un "adelante".

Abro la puerta y voy a buscar un asiento ignorando lo que sea que me dice la profesora.

- Señorita Lee, ¿Me está escuchando?- La profesora, que aparenta unos 25 o 26 años se dirige hacía mi con una cara de pocos amigos.

- Si, lo lamento. Esque... - Le digo haciendo caso omiso a la mirada penetrante de mis compañeros de clase.

- ¿Que te ha passado?¿Cual es tu excusa? ¿Se te ha muerto el pez? - Me dice con una sonrisa amarga extendida en su rostro.

Decido quedarme callada para no meterme en problemas.

- Agh, que más da- Suspira.- Señorita Lee si vuelve a llegar tarde le pondré una falta.- Dice la profesora volviendo al centro de la classe.

No presto mucha atención y paso la mayor parte del tiempo mirando por la ventana. Empiezo a sentir la mirada de alguien en mi espalda y me doy la vuelta para saber de quien se trata.

James, que esta sentado dos mesas mas atrás, me mira con una expresión neutra.

Menudo imbécil.

Me fijo en su rostro y veo como una zona rojiza casi morada se apodera de una de las esquinas de su labio.

Me vuelvo a dar la vuelta y sigo mirando por la ventana ignorando la mirada de James.

Suena el timbre y todos se levantan del sitio para ir al segundo patio.

- ¡Chicos, la clase no ha terminado!- La profesora grita, pero todos la ignoran y empiezan a salir de la aula.- ¡Ya podéis recoger, pero no olvidéis hacer los ejercicios 15, 16 y 18 para mañana!- Grita desesperada para que todos la escuchemos.

Me levanto de mi sitio y empiezo a meter los libros en la mochila.

- Wow, si cada vez que te tire comida encima te vistes así... Te aseguro que cada dia vas a acabar manchada.- James me sorprende con una sonrisa ladeada y me guiña un ojo.

- ¡Eres un imbécil! - Le digo dándole un fuerte empujón y haciendo que por unos segundos se desequilibre.

Me cuelgo la mochila del hombro y paso por su lado chocando mi hombro contra el suyo y ignorando su sonrisa burlona.

- Aquí la única imbécil eres tú- Paro en seco al escuchar lo que dice- ¿Has visto como me has dejado el labio?

- Si sigues así de imbécil, tu labio va a ser el menor de tus problemas, te lo asseguro.- Le digo en un tono seco.

Me doy la vuelta y me marcho al patio en busca de mi mejor amiga.

Cómo no la encuentro, cojo mis auriculares, me siento en el pasto del patio y empieza a sonar Demons, de Imagine Dragons. Me encanta esa canción. :)

El imbécil de mi instituto (SIN ACABAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora