☆ Capítulo 11 ☆

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LA FIESTA 1/2

Hará media hora desde que Sam desapareció y me estoy empezando a agobiar por el cúmulo de gente.

La espero media hora más y sigue sin aparecer, así que supongo que debe estar con algún chico.

Giro mi cabeza y veo unas escaleras estilo caracol. Subo al segundo piso y al final del pasillo hay una gran puerta de cristal que da a un pequeño balcón que parece estar vacío.

Esquivo incomodamente a las parejas amorosas que están pegadas a las paredes, pero justo en el medio del pasillo hay una pareja besándose y manoseándose. Intento pasar por al lado pero no quepo e incómodamente trato de que noten mi presencia, pero no hay manera.

- Perdón.- Digo tocando el hombro del chico.

Este se da la vuelta dejando a la chica algo sorprendida.

La chica parpadea barias veces algo sorprendida y entonces se da cuenta de que estoy ahí.

Me sonríe socarronamente mientras me mira de arriba a abajo examinandome con la mirada.

- ¿Qué quieres?- Me pregunta de mala manera la chica.

- Pues, quería pasar.- Le digo relajada.

- Oh, claro pasa.- Me contesta con un tono de voz seco poniendo los ojos en blanco.

Ellos se apartan y porfin puedo pasar hasta la puerta. Cuando estoy en esta me doy la vuelta y les hablo.

- ¡Más vale condón en el pene que ropa pal' nene!- Digo como si fuera un anuncio llamando la atención de la parejita.

El chico se ríe y la chica me fulmina con la mirada.

Salgo al pequeño balcón y no puedo evitar soltar un suspiro de alivio cuando una corriente de aire me roza el torso.

- ¿Mala noche?- Una voz me sorprende y me sobresalto.

Brandon está apoyado en la barandilla del pequeño balcón y su mirada está clavada en la mia.

- Lo siento, no pretendía asustarte- Se disculpa con una sonrisa.

- Ah, no... lo siento yo, no sabía que había alguien aquí... no pretendía molestarte, será mejor que me marche...- Digo incómodamente dándome la vuelta para marcharme.

- Tranquila no molestas. Quédate; por lo menos así no estaré solo.- Me incita con una sonrisa.

- Esta bien. Y... ¿Por que estás solo?- Le pregunto acercándome a el.

Dejo caer los codos sobre la barandilla y exhalo el aire frío que rodea el ambiente.

- He venido con James, pero a los dos segundos de estar aquí ha desaparecido con una tía de primero... maldito carbón.- Suspira con una sonrisa.

- ¿Por qué sois amigos? No pretendo ser grosera, pero James y tu no tenéis mucho en común...- Pregunto sorprendiendolo.

- Bueno... Nuestras madres siempre han sido amigas y trabajan juntas en una pequeña empresa. Digamos que nos conocemos desde la cuna.- Me explica mirándome.- Aunque no lo creas, James es buena persona. Estos últimos años ha sufrido mucho y se ha convertido en algo que no es; bueno, que no era.- Explica con una sonrisa melancólica mirando a la nada.- No debería haberte explicado esto... no tiene mucho sentido... solo te conozco de una semana y ya te tengo mucha confianza... esta bien, te toca, cuéntame algo sobre tí.- Dice en un tono divertido.

- Bueno... yo...- Balbuceo nerviosa mientras juego con mis pies.- No soy una persona a la que le guste mucho llamar la atención de personas desconocidas. Me han hecho daño muchas veces... y he perdido a gente que de verdad me importaba... creo que es por eso por lo que no me gusta conocer a gente nueva; realmente no los conozco lo suficiente como para saber si me van a hacer daño o no... No soy de las que estrechan lazos, porque uno nunca sabe cuando le pueden traicionar, o marcharse.- Trato de explicarme.

El imbécil de mi instituto (SIN ACABAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora