~VIII~

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Cuándo llegaron a Beuxebatons, Ángel ya tenía puesto-- en su opinión-- el horrendo uniforme azul.

Levitó su baúl y la jaula de la lechuza que le dió su madre, Granate, llamó a la costosa lechuza color gris, con la tripa blanca, las puntas de las alas y la zona alrededor de los ojos color negro y de forma peculiar el ave portaba algunas "pecas" blancas esparcidas por la zona baja de su espalda.

Cogió el baúl con un solo dedo, pues su abuela había usado un hechizo para que fuese ligero como una pluma.

Bajó del tren desperezandose. Solo se había cruzado con una prefecta y ya tenía claro que estaba entrando en un colegio de pijos repelentes, inclusive más repelentes que su padre cuando era adolescente. ¡Bah! Tampoco podían ser tan pijos.

Retiraba lo dicho ¡Eran una manada de jodidos pijos repelentes hijos de papi Eran exasperantes, además al ser sus padres ingleses, al igual que ella--- que nació en una "pequeña" casa de campo de los Malfoy a las afueras de Londres, por capricho de Hermione---, creían que era retrasada, pues le habían impuesto, ¿cómo decirlo con delicadeza? ¡Una lapa! Una francesita pija con peor acento que un troll. La chica en cuestión era de su mismo año, desde que se la presentaron como Celine Piroux, no pudo evitar relacionarle con Celine Dion la cantante de Titanic, era divertido en realidad, no se parecían en nada: Dion era rubia y Piroux castaña oscura tirando a negro, además Dion parecía más maja y mucho menos pija.

---Debes comeg--- ordenó Celine a Ángel, con su "perfecto" acento.

---No pienso dejar que me órdenes, Piroux--- espetó, haciendo la típica mueca de asco de su padre, dandole vueltas a la "ensalada" de su plato, que realmente era un poco de lechuga y tomate-- a este pasó saldría esquelética de ahí---, además las ninfas de madera no la dejaban en paz, afectando aún más su humor.

---No seas mal educada--- chilló, desesperando a la jóven Malfoy.

---Tu être...

---Je être...--- desafío.

---¡Merde!--- gritó, y salió del comedor dando un portazo.

Acababa de llegar y ya se quería ir. Dumstrang ya no le parecía tan malo, Ilvermorny estaba más cerca de lo que parecía.

Le daría un mes a los pijos, sino ella misma se iría a casa y luego a Ilvermorny o Dumstrag, le era indiferente.

Entró en su habitación, y sacando fuerza de donde no tenía escribió una carta para su madre, la pusó en un sobre y lo sello con cera verde marcando una serpiente alrededor de un león, Granate se paro en su antebrazo, le dió unos mimos, la lechuza tomó la carta con una pata y emprendió vuelo.
  

                           흐

---¡Al fin! ¡Por Merlín, lo he logrado!--- gritó, euforica--- ¡Veevee!--- llamó a la elfina.

---Sí, señora Malfoy. Veeve esta aquí para lo que necesite--- dijo la elfina, apareciendo en el despacho, con un pequeño vestido de sirvienta victoriana. Por mucho que lo intentase los elfos se negaban a tratarla como igual o a dejar de llamarla "señora Malfoy".

---Veevee, por favor trae una botella de Whisky de Fuego y dile a tus compañeros que ya podéis celebrar--- informó, sin dejar su euforia de lado.

---Por supuesto,Veeve lo hará con gusto, pero, Veevee se pregunta, ¿celebrar qué?--- inquirió con respeto.

---Ya han aprobado la P.E.D.D.O.

---Enhorabuena, señora. En un momento Veevee hará lo que le ha ordenado--- mencionó, desapareciendo con un sonoro ¡Plof!

Hija de la Sangre Equivocada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora