Me despierto y un dulce aroma me llama la atención, abro los ojos y me encuentro con Yoongi delante mío.

Cuando está dormido parece un ángel y me dan ganas de acariciarle esa preciosa piel de porcelana. Sonrío ante la idea y me conformo con apoyar mi cara en su pecho y rodearle con un brazo. Es tremendamente cómodo y al final me vuelvo a quedar dormida.

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Algo se mueve debajo de mí, más bien alguien. Abro los ojos y veo como Yoongi está intentando levantarse sin despertarme. Me hace sonreír, me quito de encima suyo y me estiró un poco.

- Buenos días.

- Buenos días a ti también.

A diferencia de mi voz cuando él habla lo hace en un tono grave que produce que un cosquilleo baje por mi abdomen.

- Creo que voy a ir a ducharme.

- Sí, buena idea. Nos vemos después.

- Teniendo en cuenta que vivimos en el mismo piso...

Mi comentario le hace reír y sale de la habitación. Recojo mis cosas y me dirijo a mi ducha.

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Cuando salgo me encuentro un Yoongi de pelo mojado y sin camiseta en mi habitación.

- Perdón, pensaba que ibas a tardar más en ducharte. Esque creo que se me cayó un collar ayer mientras dormíamos, el cierre está un poco roto y a veces se cae.

- No te preocupes.

Me acerco al otro lado de la cama y le ayudo a buscarlo. No tardo mucho en encontrarlo.

- Ya lo tengo - empiezo a dar la vuelta a la cama hasta que quedo delante de él -. Espera, que te lo pongo...

Me pongo de puntillas y paso las manos al rededor de su cuello. Puedo notar su aliento encima mío y eso me pone un poco nerviosa, lo cual hace que tarde más en abrochar el collar.

Cuando por fin lo consigo aplano mis pies, pero no he dado ningún paso atrás así que seguimos a escasos centímetros de distancia. Tengo mi mirada fija en la suya y noto como la piel empieza a reclamar su contacto. Parece que él lo nota porque se inclina para hacer que nuestros labios se encuentren, aunque se separa demasiado rápido con cara de preocupación.

- Perdón Hye, esque estabas tan cerca... Ha sido un impulso, lo siento si te ha molestado ...

Mi mente no es capaz de procesar lo que me está diciendo, solo puedo pensar en que su labios ya no están sobre los míos y, no sé por qué, pero siento que eso está mal. Así que decido hacer caso omiso de que está hablando y me pongo un poco de puntillas para besarle.

Al principio se sorprende de que le esté besando, pero cuando se da cuenta de que yo también le quiero coloca sus manos en mi cintura y me acerca un poco más a él. Subo mis manos lentamente por su torso desnudo y dejo una en su cuello mientras con la otra llego hasta su nuca para cogerle del pelo.

Suelta un pequeño jadeo que hace que yo sonría y le mire a los ojos. Su mirada se a vuelto más oscura y eso hace que me den más ganas de besarlo. Vuelvo a acercarme a él y muevo mis labios sobre los suyos. Entreabro un poco mi boca para dejar pasar a su lengua.

Sus manos bajan hasta mi culo y empieza a masajear lo, haciendo que sea yo la que suelta un leve gemido. Eso le encanta y me sube para que yo rodee su cadera con mis piernas. Luego empieza a caminar hasta que me apoya contra una pared, así me tiene exactamente dónde quiere. Empieza a mover su cadera contra la mía mientras me da húmedos besos por el cuello que hacen que unos escalofríos recorran todo mi cuerpo.

- Mhm, Yoongi...

Vuelve a mi boca y le muerdo el labio inferior haciendo que suelte un grave gemido y vuelva a besarme pero esta vez de una forma más erótica, jugando con mi lengua y sin parar de mover su pelvis.

De repente suena un teléfono pero no le hacemos caso y dejamos que suene. Entonces se oyen unos golpes en la puerta y se oye la voz de mi hermano.

- Hyee, ábreme. Llevo 15 minutos aquí fuera, creo que se ha roto el timbre.

- Joder

Yoongi me deja en el suelo y nos separamos. Me da un último beso antes de dirigirse a la puerta principal para abrirla. Pero antes de desaparecer por el pasillo se gira para decirme algo:

- Ahora ha venido tu hermano y tenemos que recibirle como si no hubiera pasado nada, pero luego tenemos que hablar de esto.

Asiento con la cabeza y se va.

Los límites de la amistad {Suga}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora