Desde ese momento comprendí que no debía hablar, la señora se fue por un momento, pensé que iba a morir ahí, y solo por ese pensamiento me puse a llorar, me sentí de la chingada, justo cuando estaba pensando en una de las maneras de cómo me podría matar esa vieja loca, llego ella, nunca dijo su nombre hací que decidí llamarla ella, llego arrastrando un espejo, lo puso enfrente de mí, y se me acerco demasiado y me susurro,
Quiero que veas como vas a sufrir...
Se alejó un poco estaba como a menos de 15 centímetros de mi cara y fingió una expresión de tristeza demasiado falsa y dijo burlona mente
¿Qué paso, estas triste? ¿Quieres irte? -inmediatamente supe que era una broma, lo más raro era que al momento de decirlo me miraba directamente a la cara, no entendí ni madres de nada, me sentía intimidada, por la cercanía de nuestros rostros, por sus ojos penetrantes y más que nada nuestras respiraciones mezcladas, yo soy heterosexual, eso lo se... no sé por qué carajo pensé eso, nada que ver, me empezaba a enojar de la manera en cómo me trato esa vieja.
ESTÁS LEYENDO
¿Secuestro?
RomanceUna historia de amor y secuestro, entre Ana y Cristina, su secuestradora. Ana empieza a desarrollar un gusto por su secuestradora Cristina, se da cuenta de que en realidad es una buena persona y decide darle una oportunidad.