¿Secuestro?

CAP 19 - ¿SE ACABO?

Cariño creo que ya no podemos seguir con esto -dijo con mirada triste-

¿Que? ¿Por qué me estás dejando? ¿No fui una buena víctima de secuestro? -hice puchero viendola-

Jaja no, me refiero a que quiero que dejemos las etiquetas, antes era divertido que me llamaras secuestradora, pero ahora solo me trae malos recuerdos, de cuando... Bueno ya sabes

¿Cuando me golpeabas? -pregunte seria-

Si... -contestó agachando la cabeza avergonzada-

Cielo no te preocupes por eso, pasado pisado ¿Ok?

Está bien, pero aún así no me llames así de nuevo

¿O que? ¿Me ataras de nuevo? -dije riendo-

Al ver que ella no reía, mi risa paro en seco

¿Cariño? -dije nerviosa-

Su mirada seria estaba clavada en mi, hasta que comenzó a reír

Obviamente no te volvería a atar tonta -se acerco y me abrazo-

Estás segura -alze una ceja viendola-

Claro que no yo no te haria... Ooh bueno si así lo quieres jajaj

Pues si quiero -sus ojos brillaron- pero antes -su expresión paso a confusión- quiero que hablemos de algo...

Nos separamos y hubo un silencio extraño por unos minutos

¿De quién era la habitación de puerta rosa? -solté rápidamente-

Ella no contestó, su mirada se perdió en el suelo

¿Cris? -me acerque y ella retrocedió- me asustas...

Perdón, pero aún no quiero hablar de eso...

¿Entonces cuando? Mira, en verdad te quiero, pero eso algo que necesito saber, mira como te pones solo por una pregunta

No necesitas saber nada -comenzó a caminar-

Pe-pero Cris, pensé que me tenía confianza ¿No me quieres cierto? -una lágrima resbaló por mi mejilla-

Lo único que haces es preguntar y preguntar -cerro la puerta enojada-

Me quedé en el pasillo, en el piso, sollozando y preguntándome si valía la pena la respuesta a esa pregunta como para que pelearamos así

Cris... -dije sollozando-

Cris POV'S

En cuanto cerré pude escuchar el llanto de mi pequeña, me partía el corazón imaginarla llorando, quería abrir correr y abrazarla pidiendo perdón, pero sabía que después de eso seguía dar explicaciones y es lo único que no deseaba darle.

Me senté al borde de la cama y las lágrimas brotaron

Eres una estupida Cristina -susurre y me acosté para empezar a llorar-.