CAP-22 ¿ELLA QUE?

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Vi la ropa y un escalofrío recorrió mi cuerpo, pero no pregunte ni dije nada, por qué no sabía que decir.

Ella soltó mi mano y fue rápidamente al otro lado de la habitación, se agachó y busco algo debajo de la cama.
Empezó a susurrar cosas, para luego levantarse asustada y comenzó a gritar.

¿Dónde está? es lo único que ella decía, le pregunte que cosa y no contestaba, salió por la ventana y me dejó ahí, paso un rato y regreso, tenía a un bebé en sus brazos, pero no solo eso, también tenía sangre.

Me asusté y le pregunte que había pasado.

Llegué y dejé al bebé aquí, luego fui por ti y cuando llegamos ya no estaba, alguien lo había sacado de aquí, es un lugar apartado así que solo salí y recorrí el área, ahí estaba, una mujer de unos 50 años llevaba a mi bebé, me acerque lentamente, tomé una piedra y le hable, ella volteo y me sonrió amablemente, pero yo le exigí a mi bebé, ella se negó, le dió otra oportunidad, le dije que yo era su madre y ella empezó a acceder, me lo dió, lo recosté en un arbusto y cuando ella se dió la vuelta me lance sobre ella y le destrocé la cabeza con la piedra, nadie lo sabriá, es un bosque pudo ser un oso, el punto es que ya tenemos un bebé y no hay testigos de que no sea nuestro -no dejaba de ver al bebé mientras me relataba lo que paso-

Yo estaba temblando, no quería creerlo, pero la sangre era una prueba irrefutable de ese macabro relato.

Me extendió los brazos para que cargará al bebé, lo tomé y me aleje lentamente, temía por ambos, el bebé y yo, llegamos al segundo piso, donde me encerré en el armario, primero me grito, decía que saliera con nuestro hijo, después empezó a llorar, nunca había escuchado un llanto tan fuerte, el bebé comenzó a llorar también, era demasiado estrés, le grite que se callara por qué alteraba al bebé, ella se acercó a la puerta y se quedó en silencio, el bebé poco a poco dejo de llorar y se quedó dormido.

Podía escuchar su respiración del otro lado de la puerta, estaba ahí parada, pegada a la puerta.

¡Con un demonio, es que no piensas salir de ahí! -grito mientras golpeaba la puerta-

No, hasta que te calmes -mi voz temblaba al decir eso y ella lo notó por qué escuché una risa-

Está bien, me largo, espero que estés feliz con nuestro bebé.
Empezó a correr, yo abrí la puerta y vi como se lanzó por el barandal, me acerque corriendo a ver, no quería pensar que murió pero tampoco pensaba que pudiera sobrevivir a la caída.

Cayó y se quedó inmóvil en el piso, deje al bebé en la cama y baje para ver cómo estaba, más que nada si aún respiraba.

Pero cuando llegue ella se había ido, ni siquiera sabía por dónde o a dónde iba, recorrí de manera breve y cautelosa el alrededor de la casa y lo único que encontré fue una foto de el bebé, con lo que parecía ser su familia, la foto tenía un extremo quemado, las caras de los padres habían sido rayadas, el bebé era lo único que podías ver con claridad, sentí miedo y entre a la casa, fui por el bebé, ya estaba dormido decidí no despertarlo y me acosté a su lado, tomando cierta distancia.

Ella no regreso, durante noches tuve pesadillas en las que ella estaba en la casa, buscando al bebé con una piedra en la mano, para mí suerte nunca fue así, sin embargo el bebé desapareció, era evidente que fue ella, pero aún tenía miedo y dudas, ¿Por qué no me mato? ¿Cuando entro a la casa? ¿Dónde vive? ¿Por qué busco abajo de la cama? Tenía muchas cosas en la cabeza, fui a comprar la comida y por primera vez compré algo de alcohol, unas 4 botellas de vino, para ayudarme a pensar.

Me embriague, era mi manera de mantener la calma, hasta que decidí que no quería ser alcohólica, no dure más de un mes tomando.

Poco a poco fui olvidando todo o al menos eso creía, hasta te llegaste.

¿Que? ¿Yo por qué? -cuestione mirándola extraño-

Tienes un parecido escalofriante con ella, pero por suerte no tienes su mente -dijo mas relajada-

Vaya, no pensé que tuvieras tantas experiencias desagradables en un lugar tan pacífico como una casa en medio del bosque -hice una pausa- ¿Por qué no te vas?

Ella suspiro y se levantó.

Llegaste tú -fue lo último que dijo mientras salía de la habitación-

Sonreí como estupida, me sentía querida, pero al mismo tiempo empecé a tener miedo de estar ahí, estaba paranoica de que ella regresará y nos matará, hasta me empecé a sentir observada constantemente, pero no quería presionar o estresar a Cris así que no dije nada, de igual manera no tenía pruebas de que algo estuviera pasando en esa casa, decidí esperar a ver si pasaba algo antes de abrir la boca.

¿Secuestro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora