Secreto De Muerte §Michael Fassbender§ [TERMINADA]

Capitulo Ten (Mejorado)

Michael me llevo al jardín trasero, el lugar olía a pasto recién podado, las flores bien cuidadas y el ambiente era muy agradable, Mireya estaba algo lejos de nosotros y me saludo, seguido hizo una seña para que me acercara.

-¿Juegas Basquetbol?-Me dijo cuando estaba lo suficientemente cerca de ella.
No, De niña y joven no solía practicar ningún deporte, prefería leer un libro o estudiar.
-Así que toda una nerd.-Dijo con una sonrisa en la boca Michael.

-Cállate Michael.-Le dijo Mireya.-Disculpa a mi hermano, era esa clase de chico popular, deportista, abusador de los inteligentes y un irresponsable en la escuela.

Qué bueno que no estuve con él en la escuela o mejor aún, que bueno que no asistí a la escuela, personas como él fueron la razón de tener profesores particulares.-pensé-

-Perdón Tara, si gustas puedo enseñarte a jugar, es fácil.
No me gustaban los deportes pero no quería soñar aburrida, acepte.

Coloque mi cuaderno y boli en el pasto y fui a la cancha de Basquetbol.

-Es muy fácil, lo primero es saber beta el balón, en el Basquetbol no debe de botar más arriba de tu cintura.-Se colocó detrás de mí y empecé a botar la pelota, él intentaba quitármela y para eso ponía mi cuerpo para tapar sus manos, el empezaba a acercarse demasiado a mi, tanto que su cuerpo quedó pegado a mi, lance la pelota al aro pero falle.
-No te preocupes Tara, la primera es no es fácil.-Me alentó Mireya

Continuamos jugando, Mireya se fue por una jarra con agua y vasos y Michael y yo continuamos jugando, yo iba a lanzar la pelota pero me la quito de repente, ahora era mi turno de quitársela pero su cuerpo era muy grande y yo pequeña y débil, él se movía de un lado para otro, yo por detrás intentaba quitarle el balón, el lanzó el balón a la canasta y yo corrí a atraparlo pero una nube que cubría el sol se movió y los rayos de luz dieron directo a mi ojos y me cegaron y lastimaron, talle mis ojos rápido pero fue demasiado tarde, el balón rebotó en mi cabeza y me hizo perder el equilibro y caer, Michel al ver la escena fue a mi rescate, me ayudó a levantarme.
-¿Estás bien?
Asentí.
-Vaya golpe que te diste.-Frotaba en donde el balón cayó y me abrazo para seguido besar mi cabeza, me quede en shock, en eso llegó Mireya con la jarra, tomamos agua y continuamos jugando.

Así estuvimos toda la tarde, practicando y al final pude encestar una canasta, yei! algo es algo.

La tarde-noche llego muy rápido y estaba cansada, me metí a bañar y después de eso me puse mi pijama y a la cama, deseaba dormir, pero aunque lo intentaba no podía, tenía las ansias comiéndome, tenía que continuar leyendo el libro y terminarlo de una vez, empecé a leer y todo se ponía mucho mejor en la trama de la historia.