Guilty (TERMINADA) •Justin Bieber y tu•

Capitulo 2

Narra ___: 

Sentí la extraña sensación de que alguien me observa. Iba a subir a mi auto cuando de repente de una camioneta se bajo un grupo de hombres con armas y mascaras de spiderman. Creí que iban a entrar a la gasolinera a robar. Pero se acercaron a mí. Corriendo con sus pistolas hacia mí, mi única reacción fue quedarme quieta.

Todo paso muy rápido. Una bolsa de tela cubría mi cabeza. No veía nada. Sentí como alguien me colgaba en sus hombros y corrían gritándose cosas, no pude reconocer nada de lo que hablaban. Trate de zafarme pero fue imposible. Grite y llore lo más fuerte que pude, pero fue en vano. Sentí como me tiraban en el maletero de una camioneta, todo se volvió negro.

De tanto intentar salir, gritar y llorar, caí rendida. ¿Por qué a mí?, ¿Qué quieren de mi?, ¿Por qué no fui a mi examen? Me arrepiento de todo. Mis papás se darán cuenta que yo no estoy y moverán a todo el mundo para que me encuentren. No sé cuanto llevamos andando. Yo estimo que 1 hora. Mentiría si dijera que no tengo miedo. Sin darme cuenta una ola de ideas traumantes de lo que podrían hacer conmigo invade mi cabeza.

Sentí como la camioneta se detenía lentamente. Abrí mis ojos color café oscuro de un golpe. Al sentir las voces de mis secuestradores cerca del maletero, mi piel se erizo y sentí como todo mi cuerpo sudaba por el miedo. No puedo ver nada, tengo una estúpida bolsa en la cabeza. ¿Dónde estoy?, ¿Qué me harán? Lagrimas cayeron por mis mejillas nuevamente.

Sentí las masculinas voces aun más cerca. Hasta que se abrió el maletero. Un sujeto, me elevo por los hombros. En medio de la desesperación grite y moví las piernas como si no hubiera un mañana, y quizás no lo allá. El hombre me bajo levemente hacia el suelo. Trate de correr, pero fue en vano. No veo nada. Jalo de mi muñeca bruscamente. Acerco su cara. No puedo ver su rostro, pero siento que su mejilla izquierda está al lado mi mejilla derecha. Siento su respiración en mi oreja. Me tenso.

-Mira muñeca, si haces un mínimo ruido mas, te arrepentirás- Dijo una voz claramente masculina, pero no de adulto. Era joven.

Sin pensar lo dos veces asentí con la cabeza. El volvió a cargar me por los hombros. Golpeo levemente dos palmada en mi trasero y murmuro.

-Buena chica-

Empecé a llorar en silencio, estoy perdida. Solo podía escuchar. Eso era aun mas desesperante. No sé lo que me espera. Sentí como me sentaban en una silla de madera. Dos manos secas y frías ataron mis ensangrentadas manos al respaldo de la silla. Gemí de dolor. Mis muñecas sangraban. Las mismas manos sacaron bruscamente la bolsa.

En frente mío tenía a un hombre gordo, pelo café. Vestía un terno negro. Sentado en un escritorio de madera antigua. En sus labios tenía una pipa. Al lado del que parece ser el líder de esta mie.rda estaba parado un chico, pelo castaño claro, ojos miel. Tenía una pequeña sonrisa. Los mire con odio mientras lagrimas caían por mis mejillas.

-Bien hecho Bieber, trajiste a nuestro rehén- Dijo riendo el de la pipa. No saque mi mirada de odio.

-¡¿QUE QUIEREN DE MI?!- grite rompiendo en un llanto desesperado.

Un hombre de los que vigilaban la puerta se paro frente mí y me golpeo la mejilla. Ahogue un grito. Solo llore en silencio.

-Mira pequeña idiota, estas aquí por tu padre. –contesto el gordo que me arruino el día- Tu padre, es como yo, un mafioso, tiene a sus secuaces, sus armas y también rehenes. Como tú. Tú eres mi rehén hermosa, tu harás que tu puto padre se digne a darnos lo que pedimos a cambio de su tesorito. Aquí tienes dos opciones, la muerte, o seguir nuestras instrucciones al pie de la letra. Tú decides si mueres o no.

Esas palabras me dejaron sin palabras, ¿mi padre?, ¿enemigo de estos sujetos?, ¿su trabajo es esto? Sentí como mi mundo se derrumbaba, toda nuestra plata nace de robos, estafas y secuestros. Soy parte de este lio gracias al “trabajo” de mi papá, ¿mi papá?. Un fuerte nudo se apodero de mi garganta. Yo miraba con orgullo a mi papá. Todo cambio. Mi vida es oficialmente un mier.da. ¿Mi mamá sabe?, ¿me están buscando?, ¿Qué dirán mis amigos? ¿hasta cuándo estaré aquí?

-Llévense la.- dijo el “enemigo” de mi papá, ya ni sé si llamar lo de esa forma.

Dos manos me desataron, pero de inmediato pusieron esposas en mis dañadas muñecas, me empujaron fuera de la sala hasta un pequeño cuarto, al abrir la puerta sacaron las esposas y me empujaron dentro. Era un cuarto color gris solo había una almohada y un gran vidrio espejo del lado izquierdo. Estoy segura que por ahí ellos pueden ver todo lo que hago, pero yo no ha ellos. En momento así quiero desaparecer o morir.