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Los primeros días de la pequeña visita de Loki habían sido difíciles para todos los residentes de la torre, no es que fue desagradable ni nada de eso, al contrario, había demostrado ser la gran persona refinada y culta que Thor presumía a los cuatro vientos. Si se lo proponían podían mantener una conversación agradable con él... ella.

El problema habían sido sus costumbres maritales, si bien era de esperarse desde la primera impresión en que encontraron a ambos Dioses tan amorosos, era un poco incómodo ver todas las mañanas a Loki en su nueva y despampanante forma sentada en las piernas de Thor mientras desayunaban entre risas y besos. Podían jurar que si se acercaban lo suficiente a la pareja llegarían a sentir corazones en el aire golpeandolos en el rostro.

Luego de los primeros 5 días pudieron acostumbrarse y a lo mejor la adaptación a las melosas escenas del matrimonio había sido porque ahora tenían que soportar a Tony bufando con molestia y frunciendo el ceño cada que Loki iniciaba una conversación con el Capitán América buscando intimidarlo con su prodigiosa lengua de plata mientras posaba sus finas manos dobre los bíceps del rubio, Clint llegó a soltar un chiste que hizo sonreír a Natasha sobre como Tony parecía enojarse más cuando Steve no le prestaba atención a su berrinche y se preocupaba más porque las largas uñas de la hechicera no acabarán hundiéndose en sus carne.

Luego de la primera semana ya todos se habían acostumbrado a la tensión entre Tony y Loki, pero era esta última quien parecía haberle no dado importancia alguna, es más, de cierta forma se podría decir que ahora disfrutaba molestando al genio tanto como de intimidar a Steve.

El grito que Tony dio una tarde fue memorable para varios.

Loki a menudo buscaba saber más sobre Midgard leyendo libros de todo tipo, algo que había cautivado al Dios de las mentiras fue su fauna. Cuando Loki descubrió los documentales silvestres sus bellos ojos verdes permanecieron brillar cual par de esmeraldas. Los vengadores observaban con curiosidad a la mujer sentada en el sofá principal de la sala de estar con los ojos fijos en la gran pantalla del televisor casi sin parpadear.

A veces Thor le hacía compañía pero este se quedaba dormido sobre el regazo de Loki antes de los primeros 20 minutos.

Cuando Tony salió en busca del Dios y su esposa/esposo para avisar que ya cenarian vio a Loki acariciando la larga melena rubia sobre su regazo pero con la mirada concentrada en el documental que pasaban en la TV.

Soltó un carraspeo pero la morena pareció no escucharle, volvió a hacerlo esta vez más fuerte pero obtuvo la misma indiferencia en respuesta, a la tercera se hartó y camino hacia el gran sofa pero cuando Loki subió una mano al aire se detuvo, pensó que había sido una señal para él pero estaba equivocado.

Oh Dios, si que estaba equivocado.

Pequeños hilos verdosos de magia salieron de entre los pálidos dedos y de un momento a otro delinearon una figura que no tardó en tomar forma física, Stark abrió los ojos con horror cuando vio la enorme anaconda de unos 15 metros aparecer de la nada en medio de su sala. Poco después siguió el grito que puso a todos en alerta.

Thor se despertó de golpe e instintivamente abrazó a Loki a su lado, al ver al animal frente a si se asustó pero al dirigir su mirada hacia su consorte notó como este parecía más preocupada en mirar al genio con una clara mueca de confusión que de el peligroso reptil, ahí lo entendió, igual que en varias ocasiones en el pasado, Loki había creado una ilusión de algo que le gustaba.

Aún sentía un ligero estremecimiento en la columna vertebral cuando recordó la vez que Loki había re-creado a un enorme lobo de las montañas heladas de Jotumheim cuando se encontraba de visita en esa tierra en los días en lo que a penas estaba empezando a cortejar al hechicero.

El resto del equipo llegó al lugar siendo alertados por el estridente grito, Steve llegó primero junto a Natasha quien llegó empuñando una de sus armas las cuales escondía en zonas estratégicas del edificio seguida de Clint y Bruce.

-¡Mierda! ¡¡¡Natasha, matala!!!- El prodigioso ojo de Halcón fue el primero en identificar la amenaza aunque por el tamaño del animal no era una tarea tan complicada.

Steve se colocó delante de Tony que seguía paralizado por el susto y lo cubrió tras su brazo protegiéndolo.

Romanoff soltó dos disparos justo en la cabeza de la serpiente pero simplemente la atravesaron y terminaron en el piso mientras esta parecía ver con confusión a los humanos en la habitación.

-¡Oye!- El reclamo de Loki dejó a todos extrañados pero ella simplemente les ignoró, acercó sus manos al reptil y le acarició la frente con una mano y la mandíbula con la otra. Como si fuera un felino en el cuerpo equivocado la anaconda respondió a las caricias acurrucandose en los brazos de su creadora.

Thor sólo le dedico una sonrisa torcida a sus compañeros claramente pidiendo sinceras y comprensivas disculpas. Luego de que Tony saliera de su shock y aún sujetandose el pecho intentando no tener un ataque cardíaco aceptó las disculpas con dos condiciones:

Primero que se fuera el bicho ese a lo que Loki aceptó a regañadientes y borro al reptil en medio de una estela verdosa. La segunda había sido que la morena ya no viera más documentales de leyendas Amazónicas y que en su lugar Thor sacara a pasear a su mujer o algo así.

No les quedó de otra que aceptar.

Lady Loki from Asdarg - Thorki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora