Nada más despertarme, me doy una buena ducha ya que hoy la tarde y la noche serán largas. Estamos ya a 25 de septiembre y bueno, es mi cumpleaños. Llevo dormida toda la mañana, ignorando mi teléfono que no ha dejado de sonar. Pero lo siento, necesitaba dormir.
Cuando bajo al salón, veo una nota de mis padres encima de una caja.
"Feliz cumpleaños, dormilona. Tienes la comida hecha en el horno, el postre en la nevera y el regalo aquí dentro. Esperemos que te guste mucho, nos vemos luego. Te queremos. Mamá y papá."
Sonrío al ver que al menos me han dejado una nota antes de irse a trabajar. Abro la caja y puedo ver que hay más de una cosa. Hay una bolsa en la que se ve que hay ropa, la abro y saco lo que hay dentro. Es un mono de pantalón corto. La parte de abajo es lisa y la de arriba es toda de encaje. Es de manga larga y la espalda es totalmente descubierta.
Amo esto.
También, en la caja, hay una caja de zapatos negra. La abro y veo que hay unos tacones negros altos, con los que me muero de amor. Dios mío, qué fácil soy de contentar. Al instante, me los pruebo y camino un poco con ellos.
-Si es que soy divina. -susurro para mi misma. Vuelvo a sentarme en el suelo y me los quito.
Dentro de la caja, hay más ropa. Dos jeans, dos jerséis, unos deportivas negras... También hay dos libros: 100 años de soledad y Luces de bohemia.
A pesar de que no me gusta que me regalen cosas, me han gustado mucho estos regalos, la verdad. Dejo la caja encima de la mesa y beso la cabeza de mi pequeño Shaw. Voy hacia la cocina y cojo la comida del horno.
¡Pastel de carne!
No tardo ni diez minutos en terminármelo todo. Creo que apenas me ha dado tiempo a saborear el pastel de carne. Cuando termino, voy a la nevera a por mi postre y veo que es tarta de queso. Dios mío... Mamá me quiere engordar.
Bueno, engordaré feliz.
Cuando ya me he comido mi trozo, me estiro un poco y suspiro. Qué buena comida la de hoy, madre mía.
-¡Feliz cumpleaños! -grita la voz de mi hermano.
-Joder, Bradley. -me quejo asustada, girándome para verlo.
Él suelta una carcajada y me abraza. Besa mi mejilla muchas veces haciéndome reír.
-Tengo un regalito para ti. -me dice dándome una cajita negra de terciopelo.
-Bradley. -me quejo, cogiendo la cajita.
-Ábrela y calla, jovencita.
Me río un poco y abro la cajita. Hay un collar de plata con mi nombre completo, "Faithinne".
-¡Me encanta! -exclamo contenta, sacándola de la cajita. Él se ríe.
-Oh, lo sé. Dame, que te lo pongo. -me dice sonriendo.
Se lo doy mientras retiro mi pelo y él me pone la cadenita en el cuello. Me encanta esto.
-Gracias, Brad. -sonrío y beso su mejilla.
-No las des, tonta. Qué vieja estás ya, eh.
-Oye, calla. Tengo sólo veintidós. -le saco la lengua.
Él se ríe y me revuelve el pelo.
🔼🔼🔼
Llegada la noche, mi hermano llama a la hamburguesería más cercana a nuestra casa y pide comida para todos. Vendrán a cenar sus amigos y mis amigas. Vamos, que seremos Ryan, Edward, Marshall, Charlotte y Ane, para luego irnos juntos a la discoteca.
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LAS CARTAS SOBRE LA MESA ©
RomanceHay diez mandamientos irrompibles entre amigas: 1. Estarás ahí cuando lo necesiten. 2. Apoyarás sus decisiones. 3. Guardarás sus secretos. 4. No la criticarás. 5. No serás envidiosa 6. La defenderás 7. No mentirás 8. No la cambiarás por nadie. 9...