Dos semanas llevaban los chicos desde que habían vuelto a casa, como de costumbre a Harry lo despertaban muy temprano para que prepara el desayuno, Amy lo ayudaba aunque no era necesario ya que según Harry ya era un experto chef gracias a sus amables tíos, todos los días le ayudaba a limpiar para acabar los quehaceres más temprano y tener tiempo de ir al parque así fueron de alegres las primeras dos semanas, hasta este día en que habían recibido una llamada de la hermana de Vernon anunciando la visita.
Marge era una mujer enorme que siempre viajaba con una de sus mascotas, consentía de sobre manera a Dudley cada vez que llegaba de visita, le traía dulces y postres de todos los sabores, y como era igual a él de mezquina les obligaban a los dos a no probar ni oler ninguno de ellos. Cuando eran pequeños sufrieron mucho ya que como eran niños sentían deseos de probar un dulce así como el regordete de Dudley. Vernon le compraba un par a Amy como compensación por no comer de los dulces de su hijito y ella silenciosamente compartía con Harry.
Ahora agradecía no haber puesto las manos en la cantidad de golosinas que le daba la mujer ya que si no estuvieran igual de grande que el chico.
"ya sabes Potter, nada de tus cosas o sino no te daré permiso para que vayas a ese estúpido pueblo de chiflados!" – exclamo Vernon, Amelia lo había convencido que firmara el suyo desde hace un par de días pero no había logrado hacer firmar el de Harry
"si tío Vernon" – respondió Harry
"bien, espero que lo hayas entendido… ahora tienes que limpiar el tejado, Marge siempre se disgusta por ello cuando viene"
"Amelia" – la llamo Petunia desde la cocina, así que se dirigió hacia ella – "siéntate ahí y sostén a Marissa" – dijo la mujer. Desde el incidente del año pasado no confiaba en que Amy cogiera a la niña estando de pie
"mamá no me has comprado el nuevo juego de play station" – dijo Dudley
"oh es verdad puchunguito" – se lamento Petunia – "iré al centro comercial hoy mismo y lo comprare ¿te parece bien precioso?"
"si, pero no te tardes"
"claro que no hijito bello" – tanta cosa le estaba dando un no sé que a Amy, así que mejor desvió su atención a la pequeña en brazos, le comenzó a hacer juegos y la bebe que ya tenía un año y medio le jalo el cabello haciéndola reír muy fuerte – "Ah tu iras conmigo Amelia"
"yo? Por qué?" – pregunto la chica, mientras trataba de soltar la manito de la niña de su cabello
"hay que comprarte un tinte! No quiero que andes con ese cabello asqueroso"
"me gusta el color" – dijo Amy
"pues te fastidias, porque a mí no" – dijo severamente Petunia, Dudley se rio con que la regañaron
"pero mamá… el profesor Snape está preparando una poción para cambiármelo, así que no necesito el tinte"
"cállate! No me hables de las monstruosidades que haces en ese colegio de fenómenos! Sé que eres rara pero no tienes que estar restregándonoslo en la cara…oh qué bueno que mis hijos salieron normales"
"te recuerdo que también soy tu hija" – le dijo Amy con lagrimas en los ojos
"que pasa aquí?" – pregunto Vernon que había entrado a la sala junto con Harry al escuchar el grito de Petunia. Harry se acerco rápidamente a limpiar el rostro de Amelia que por más que trataba de contener las lágrimas, ellas seguían cayendo libremente
"nada, que va a pasar" – dijo Petunia y se acerco a la chica para quitarle a la niña de los brazos. Amelia junto con Harry subieron las escaleras, antes de que entrara a la habitación Harry le cogió el brazo y ella se giro para abrazarlo y llorar en el pecho de Harry