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"Papá sigue vivo. Estoy partiendo para San Mungo en este momento. Quédense donde están. Enviaré noticias en cuanto pueda. Mamá" – fue el mensaje de la señora Weasley
"sigue vivo, ósea que puede morir?" – pregunto temerosa Ginny a sus hermanos mayores. Las horas comenzaron a pasar
Fred se adormeció, con la cabeza apoyada sobre su hombro. Ginny estaba enrollada como un gato en su silla, pero sus ojos estaban abiertos. Ron estaba sentado con la cabeza entre las manos, si estaba despierto o dormido, era imposible decirlo. Amelia recostada en el hombro de Sirius. Harry y Sirius se miraban el uno al otro de vez en cuando. Todos cansados pero nerviosos por recibir noticias preocupantes.
Harry se pregunto cómo pudo ver el ataque al señor Weasley? Les había relatado su sueño, y él a pesar de que estaba dormido sabía que eso de verdad estaba pasando. El tiempo pasaba eran las cuatro y treinta de la mañana y los Weasley seguían despiertos, la cabeza de su hermana cayó, no quería subir y dormir en una cama, quería estar ahí acompañándolos aunque sea media dormida.
Sirius cogió un cojín y lo puso sobre sus piernas para que ella estuviera más cómoda, pasaba su mano una y otra vez por su cabello adormeciéndola.
En ese instante deseo haber estado en el puesto de ella, capaz de dormir tranquilamente, aunque sabía que estaba preocupada por el bienestar del señor Weasley; ella no había tenido aquel sueño, ella no se había visto atacarlo; si no fuera su hermana seria una chica normal con una vida normal, tal vez feliz, y sin el miedo de que alguien quiera matarla a ella y a su hermano.
Cinco de la mañana, George comenzó a observar a través de la ventana, una que otra persona pasaba por la calle, veía en cada tanto el reloj y la chimenea, Harry aposto que ni bien el sol saliera él se iría a San Mungo.
De los ojos de Ginny resbalo una pequeña lagrima, como se habría sentido si sus padres hubieran sido asesinados muchos años después cuando él los hubiera disfrutado y amado aun mas?. La puerta de la cocina se abrió, la señora Weasley salió, todos con rostro expectante por saber del estado de su padre
"está bien" – dijo, todos que al parecer estaban reteniendo el aire lo soltaron – "podemos ir a visitarle más tarde" – madre e hijos se abrazaron y lloraron
"vamos a preparar el desayuno" – anuncio Sirius, Harry lo siguió mientras veía la escena y Amelia caminaba con los ojos cerrados. Ya dentro de la cocina Sirius se acerco a la estufa
"tienen suerte de que lo hubieras visto Harry" – dijo Sirius, Harry no dijo nada, seguía pensando en todo lo sucedido, se sentó en la silla mirando hacia la pared – "¡Kreacher! ¡KREACHER! Maldito elfo"
"no te hará caso" – dijo Amelia recostada en la mesa y con un gran bostezo trataba de abrir los ojos
"ese elfo es un lacra, nunca ha servido para nada"
"si Hermione estuviera aquí te diría un poco de cosas con respecto a eso" – siguió diciendo la chica
"seguramente" – dijo el hombre – "porque no van y descansan, les llamare cuando esté listo el desayuno, también querrán ir a San Mungo"
Harry salió de la cocina, los Weasley al parecer habían ido a otro lugar de la casa, cosa que le pareció genial, ya que no quería volver a repetir su sueño. Su sueño…cómo fue posible eso? Sintió la mano de su hermana, tenía aun puesto el piyama o más bien una camisa desgastada. Se dejo llevar por ella, no quería pensar en nada, tampoco quería dormir; las cabezas de los elfos colgaban, se imagino la suya en ese lugar.
"Dormirás conmigo verdad?" – escucho que dijo Amy, ella lo siguió arrastrando hacia la habitación que había sido del hermano de Sirius, se sentó en la cama y ella a su lado; tal vez sabía cuáles eran sus pensamientos en ese momento, tal vez quería hablar de lo sucedido, o tal vez solo quería abrazarlo como lo estaba haciendo.
