"Amelia, creo que tiene visita" – dijo Snape desde el marco de la puerta de la habitación
"visita?" – pregunto extrañada, se levanto del piso, se sacudió la ropa y bajo junto al profesor
"como…eh como esta todo?" – pregunto Severus, Amelia lo observo
"todo bien" – respondió sin saber a qué se refería el profesor
"entonces la habitación si es de su agrado"
"está muy linda" – le respondió con una sonrisa – "muchas gracias"
Severus por consejo de Dumbledore le había pedido a Mcgonagall que le ayudara a escoger cosas de chicas para adecuar la habitación que seria para Amelia. El día en que había bajado el tren sintió melancolía ya que no volvería a la casa en la que había vivió 13 años de su vida, Harry se despidió de ella con un fuerte abrazo, y le dijo que le escribiría todos los días, y hasta ahora había cumplido. En sus cartas contaba que todo había cambiado, que su tío siempre andaba molesto con su tía, y ella se desquitaba con él. Cada vez que lo observaba estaba en otro mundo, y cuando él se le acercaba le sonreía, "creo que te ve en mi" dijo Harry en una de las cartas. Supo por Harry que su papá pregunto por ella cuando lo recibió.
En fin, el profesor había adecuado una habitación para ella, color rosa, muy rosa pensó Amelia, una cama con sabanas blancas, armario, baño, y un portátil. Se pregunto como así un portátil? Pero no quiso decirlo en voz alta, solo agradeció por el detalle. También se fijo que la casa parecía menos oscura que antes, recordaba muy bien la primera vez que cruzo las puertas, todo negro, sin rastro de luz, le dio más miedo que la casa de los gritos; incluso pensó que el profesor había cambiado en las tres semanas que llevaba en la casa, ella le hacía conversa mientras comían, lo acompañaba en la sala mientras él leía el profeta, ella escuchaba una radio mágica desde el piso. De vez en cuando reía mas alto de lo normal y el solo le sonreía y regresaba a su lectura
"otra vez por aquí?" – pregunto Amelia cuando llego a la sala
"pues si no lo sabes no eres la única que vive aquí, también vengo a visitar a mi padrino" – dijo Draco, Snape levanto su ceja interrogante
"ah, entonces me regreso a la habitación y dejo que hagas la visita…chaito" – dijo Amelia dando media vuelta
"ya que estas aquí quédate, no creo que a mi padrino le moleste, verdad?" – pregunto Draco a Severus
"si sabía que era a mí a quien venía a visitar no hubiera subido" – le dijo a Amelia – "pero ya que esta aquí quédese, creo que será mejor compañía que yo"
"está bien" – dijo Amelia y se sentó al lado de Draco – "que me trajiste?"
"eres tan interesada!" – Exclamo Draco con una sonrisa – "pero si, traje unos dulces que compre en el callejón diagon"
"déjame probar"
Snape se aparto un poco, vio como los dos reían y se hacían bromas, por primera vez en tantos años se sentía feliz, y Lily se lo había dado. En las tres semanas que llevaba compartiendo con la niña había notado las diferencias y las similitudes con Lily, era inteligente y responsable como su madre, y amante del peligro y travesuras como su padre; estaba llegando a apreciar la personalidad de la niña, o más bien señorita, ya que notaba como la veía su ahijado, pero como no quedarse prendado de ella si por lo que podía ver era una chica hermosa, inteligente, amigable, y de fácil acceso? Tendría que empezar a cuidarla o cualquiera podría hacerle daño, tendría que empezar a poner restricciones con respecto a chicos, era una niña!
"Que hablan tanto en secreto?"
"no estamos hablando en secreto padrino, solo conversamos" – se defendió Draco