"Niñero de un Alfa"

26°-

Black Pov 

Me dirigí hacia el baño en cuanto regrese, ignorando completamente la presencia de Andres, sabia que si volteaba a verlo correría a sus brazos como estúpido.

  — Alfa, ¿Necesita algo más? —  Habló uno de mis guardianes, sacándome de mis pensamientos al instante. — 

 — No—  Solo me dimite a decir eso y a salir del baño para dirigirme al cuarto de la cocina —  Dania muero de hambre, ya mandaste a preparar la cena, ¿verdad? — 

  — Mis mas sinceras disculpas Alfa —  Hizo una reverencia ante mi — Enseguida la mandare a preparar — Rápidamente salio del cuarto, junto con mis guardianes. — 

  — ¿Que cenaremos hoy? —  Habló Andres para romper el hielo y la tensión entre ambos. —

  — No sé que querrás cenar así que pide algo por tu cuenta —  Respondí mientras me arreglaba la camisa recién puesta, sentí algo de ardor por las rasguñadas que tenia detrás en mi espalda. — 

— Que te sucedió en la espalda...—  No gire para verlo pero lo sentí, sentía su enojo a través de nuestro lazo, sentía su mirada penetrante en mi. —

— Nada de importancia, en cuanto termines de cenar puedes ir a donde quieras, solo dirígete con Dania para que te acompañe junto con algunos guardianes, no salgas solo. —

  — Perfecto, por cierto, antes de que te vayas de nuevo a disfrutar tu libertad—  Me gire para verlo esta vez, nuestras miradas chocaron, la suya demostraba total odio —  El bebe se queda conmigo — En cuanto dijo eso, se dirigió al baño y cerro la puerta con seguro. — 

— Un momento, ¡¿como que te quedaras con el?! — Golpee la puerta una y otra vez enojado —  Esto no era parte del trato, no te robaras a mi hijo. — 

— ¿Tu hijo? te recuerdo que es de ambos, querido, así que menos te lo dejare sabiendo que andas de zorra con mas hombres, o mujeres, quien sabe, me da igual. — 

— ¿Estas celoso? —  Pregunte realmente sorprendido, deje de tocar la puerta, no me creía esto—  

— Por supuesto que no, idiota — Abrió la puerta bruscamente, mientras se dirigía rápidamente hacia la cama  — Solo veo el futuro para mi hijo, ya que no estaré con el, al menos quisiera que estuviera con alguien que cuidara muy bien de el, pero lamentablemente me he dado cuenta que tu no eres de fiar — Me miro molesto antes de darme la espalda al acostarse en la cama. — 

  — ¿Enserio no te cansaste de dar todo ese show? ambos sabemos que me deseas, y estas celoso — Me senté en la cama mientras tocaba su cintura, las sabanas y ropa me impedían tocar su suave piel blanca, sentí como se estremecía —  ¿Lo sientes? tu cuerpo reacciona ante mi, así como el mio ante ti. — 

  — No me vuelvas a tocar con tus sucias manos de mierda —  Me aparto la mano de manera brusca mientras me confrontaba con la mirada al sentarse en la cama, le mire absolutamente sorprendido, el cuarto estaba lleno de nuestros aromas, enojo, confusión, pero sobre todo pasión. — 

  — Tu celo llega hoy — Hable de manera burlona , mirándome como si fuese un fantasma, se levanto de la cama, sabia lo que queria hacer y de ninguna manera le dejaría hacer lo que tenia en mente. —

Es cierto que me ha roto el corazón pero, así como el jugo conmigo, ¿Porque no divertirme yo?

  — Ni te atrevas a tocarme con tus sucias manos, bastardo— Me miro enojado con un sonrrojo muy notorio, el celo si que ya le estaba empezando a afectar.

— Descuida, no te la pasaras mal, eso te aseguro—  Empece a desabrochar su camisa, mientras lamia su cuello de forma voraz. Sus gemidos no se hicieron esperar, sabia que me deseaba. — 

— Apártate maldita sea...— Intentaba apartarme con las pocas fuerzas que tenia. — 

— Tu cuerpo no dice lo mismo, ¿que te parece si tocamos aquí?—  Hable mientras tocaba su muslo de manera suave. — 

— Eres un....gran imbécil —  Sonreí por lo dicho y seguí en mi tarea de seguir tocando. — 

— ¿Porque no me tocas tu también?—  Hable mientras dirigía su mano hacia mi pecho. — 

— Terminando esto créeme que te arrepentirás —  

— Habrá valido algo de pena— Respondí mientras le miraba con una gran sonrisa falsa. — 

— El bebe se quedara conmigo— Finalizo antes de atrapar mi boca con la suya en un gran beso, lleno de deseo, beso que absolutamente respondí, siendo yo el demandante en el.