Cuidado; lenguaje fuertes a lo largo de la historia.
~♪~♪~♪~♪~♪~♪~Alegría.
¿Qué sentimiento más hermoso de solo decirlo, verdad?.
Haber viajado a Londres fue una de las pocas decisiones de tu vida con el cuál no te ibas a arrepentirte. ¡Es más!, conociste primeramente a estos tres chicos irrepetibles, con personalidades contrarias, pero que permanecen juntas sin guiarse por lo obvio.
Pero ellos ya no son solamente tus amigos...
Sino también, tu familia.
Familia...
Una palabra que abarca mucho, llena de sentimientos. Cuan simples palabras, grandes acciones provoca.
Hoy día, vives en un pequeño departamento con tu amigo Tom. Ya sabes, el alcohólico gruñón sarcástico que sabe cómo joder la existencia en ocasiones. Desde que te mudas te con él, el pensamiento de compartir cama sería secundario, por lo que no tardaste en conseguir te uno propio. Así también, lograron encontrar otro departamento amplio y moderno. Claramente, sin salir del alcance de tus otros amigos. Que de hecho, siguen siendo tus vecinos de departamento. Magnífico, ¿verdad?. Pues de esta forma, mientras más cerca, más joda, broma, interacción y sobre todo acercamiento es posible y primordial.
Ah, que final tan satisfactorio...
Además de estar en el sofá perezosamente.
"¡OYE, ____!. ¡¿Me estás escuchando?!. ¡Sal de tu puta burbuja, joder!." La profunda y cabreada voz de Tom resonó fuerte como un martillo. Su acento británico es algo que la mujer nunca se cansará de escuchar.
Indiferente, soltó sus pensamientos pacíficos y lo miró. "Ah... Hola, Tom. ¿Ya terminaste con tu discurso?." Una falsa sonrisa de interés se dibujó.
Él rodó sus cuencas negras, fastidiado. "Maldita idiota, ¿cómo es que terminaste con el título de 'mejor amiga'...?" Cuestionó como si ella no existiera.
A lo cual, la contraria levantó una ceja, inocente. "Tal vez... ¿Por qué soy muy genial y no te me has resistido?."
"Lo que sea. ¿Me vas a escuchar ahora, verdad?." La impaciencia inundó en su oración, suspirando antes en un mísero intento de encontrar paciencia que no existía.
"Espera me un santiamén." Sin mucha vacilación, ajustó su short negro y estiró sus piernas, colocándolos en el regazo de su amigo, con toda la confianza del mundo. A lo cual el nombrado no negó ni se inmutó, al contrario, lo aceptó sin molestias. "Listo, ¿qué decías, mi querido amigo?."
Suspiró una vez más, para seguido mirarla fijamente. "Te decía si querías venir a la casa de Edd más tarde para quedarnos ahí y luego cenar, hace un hora me llamó para la invitación."
"¿Y por qué te llamó a ti y no a mí?." Preguntó ilegible.
"Dijo que te dijera lo mismo, además, ¿sabes la flojera que le da a Edd para que llame en ocasiones?." Explicó aburrido.
"Buen punto."
Luego de eso, ambos decidieron quedarse en silencio. Tranquilamente, la mujer se acomodó aún más, observando con un semblante ilegible el techo.
El silencio de ____ siempre fue tomado como 'peligro' para el europeo. Pero, ¿por qué?. No lo sabía, incluso había pensado mucho en sobre eso. La mayoría de momentos así, era ilegible, no sabía leerla. Ni siquiera, un mísero indicio. Procurar leerla, era como si estuvieras adivinando una mancha de tinta. Con una peculiar formula.
ESTÁS LEYENDO
×Gritos Del Silencio× (Eddsworld y Lectora){2da Temporada}.
Fanfiction(Possibly / Probably Not Safe For Work-+15) Tu vida con los chicos ha ido de maravilla. Así como la unidad restaurada. Nunca pensaste que luego de haber hecho todo esa travesía de dolor latente, te sentirías más serena. Donde la armonía zumba en los...