Cap 2: "Un Nuevo Integrante"

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*Narra Dulce*

Hoy amanecí más agotada de lo normal, me dolía el cuerpo, sentía mis ojos pesados y casi más y me duermo sobre mi tazón de cereales. De camino a la casa de Sofi compraría café, lo necesitaba.

Siempre me había emocionado comenzar un nuevo año escolar cuando era niña, luego cuando estaba en el instituto, y ahora en la universidad aún más. Pero hoy no tenía ánimos de hace nada. Me sentía fatal sentimentalmente, me sentía la peor persona del mundo. Y no entendía el porqué.

Cuando vi la hora supe que tenía que mandarle un mensaje a Sofía, y más cuando había tenido una fiesta, era de esas personas que tienen el sueño pesado y les cuesta mucho levantarse para comenzar la semana. Y yo, como buena amiga que soy, tenía que andar salvándola siempre que se metía en problemas o simplemente ser su despertador humano, cuando se dormía para ir a la universidad o en clases y yo, antes de que la viera el profesor, la despertaba.

Dulce: NIÑAAA! Levanta que ya es hora de prepararse para ir a la universidad!!!!!

Comencé a mandar mensajes al azar de letras sueltas y sin sentido para que su teléfono, el cual siempre tenía con el sonido al máximo y como dormía con el bajo la almohada, siempre que le enviaban un mensaje se despertaba. Hasta que por fin me contestó.

Sofía: DÉJAME DORMIRRRRRRRRRR!!!!!!!!

Dulce: NO! Despierta!!! En veinte minutos estoy allí con café.

Sofía: Eres mi pero pesadilla.

Dulce: Lo sé, jaja, cuando llegue te quiero lista. No quiero llegar tarde en nuestro primer día.

El doble tilde de color azul apareció y como sabía lo enojona que era por las mañanas supe que no me respondería. Preparé mi bolsa con todas las cosas importantes que necesitaba y luego de terminar mi cereal y dejar el tazón en el fregadero salí de mi departamento para ir al Starbucks que estaba justo a la vuelta de allí.

Cuando llegué a la famosa cafetería, que por estas horas había muy poca gente dentro, tomaron mi orden y, cinco minutos después, me dirigía a la casa de mi querida amiga. Ella aún vivía con sus padres aunque yo muchas veces le ofrecí vivir junto conmigo en mi depa pero Sofi nunca aceptó. Le gustaba vivir con su madre y yo no le iba a impedir que lo siga haciendo.

Llegué a su casa y entré con la copia de llaves que yo poseía, hasta este punto llegó nuestra amistad y confianza. Subí hasta la habitación de Sofi porque sabía que su madre se encontraba en el trabajo. Abrí la puerta para encontrarme con un desorden descomunal de ropa, traté de avanzar pero era imposible debido a las grandes montañas de blusas, camisas, pantalones, sostenes, bragas, calcetines y demás.

Dulce: Sofi!

Sofía: Baño!

De acuerdo, que ella se prepare solita. Bajé hasta la sala y encendí la televisión, por cosas como ésta decidía levantarme temprano y molestarla a ella para que se despertara, luego llegaba la hora de ir a la universidad y Sofía nunca estaba lista. Luego de cinco minutos esperando, decidí ir al auto, se nos hacía tarde. Comencé a bombardearla, nuevamente, a mensajes sin sentido para que se apurara y, en menos de tres minutos, ella entraba en mi auto vestida con unos jeans, camisa negra con diminutas rayas blancas, una chamarra de cuero rojo, y en su rostro llevaba unas gafas que le cubrían los ojos y parte de las mejillas.

Dulce: Te ves ridícula con esas gafas.- ella me mira sin expresión en el rostro.

Sofía: Tú no me has dado tiempo a maquillarme para esconder estas enormes ojeras, así que ahora me importa un pepino lo que pienses.- espetó con flojera de discutir.- Mi café?

Ocho Pasos - De Orgullo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora