*Narra Chris*
Eufórico, así me sentía, llegué a la casa de mi madre, y al entrar, fui corriendo a abrazarla, provocando risas en toda la sala.
Alex: Hijo, pero cuánta felicidad. A qué se debe, eh?
Chris: Hoy, en los avisos del diario que estaba recortando ma, encontré uno que decía Academia de Baile.
Alex: Ya me imagino, tu impulsividad ha hecho que vayas a inscribirte allí inmediatamente, no? - mi madre me conocía mucho.
Chris: No pude evitarlo, el baile es más fuerte que yo mamá. Es mi vida. Y adivina qué. - dije incitando a que me respondiera.
Alex: Mmm, déjame pensar... - dijo haciéndose la dudosa. - Te han aceptado?
Chris: Así es y, además, estoy en el grupo que participa en competiciones. - dije feliz.
Aunque su reacción no fue lo que me esperaba, de pronto su sonrisa se había esfumado, al igual que su entusiasmo. Su mirada se clavó en la mía con transmitiendo en mí una sensación de desesperación que me hizo sentir incómodo por un breve momento.
Chris: Qué pasa mamá? Acaso no te alegra que pueda competir?
Alex: No es que no me alegre hijo, es que yo no puedo estar pagando viajes muy costosos. Y si una de tus competencias es fuera del país? Un boleto de avión significa mucho dinero, además un hotel, dinero para que te muevas en el extranjero...
Chris: Mamá... - la interrumpí. - Tranquila, no debes preocuparte por eso, yo me haré cargo de mis propios gastos. Ya no quiero ser una carga para tí. Además, ya conseguí trabajo, no es el mejor del mundo, pero es estable y paga bien. Yo podré con ésto.
Alex: Cuándo fue que creciste tan rápido? - preguntó sonriendo, a lo que yo respondí encogiendome de hombros. - Eres maravilloso Chris, que nadie te haga creer lo contrario.
Chris: A qué viene eso mamá? - pregunté un poco confundido.
Alex: Oh nada Chris. Ya sabes que tu madre está un poco loca y a veces se le ocurre decir cosas de la nada. - dijo sonriendo.
Chris: Oye, tú no estás loca. Eres única y dices lo que piensas sin rodeos. Eso no es estar loca.
Alex: No, eso es ser impulsiva. - dio provocando que ambos nos echemos a reír.
Estuvimos un poco más hablando y luego volví a mi casa, aún no podía creer que iba a volver a bailar después de todo lo que había pasado. Por un momento creí que, luego de lo de Lizeth, ya no tendría ganas de pisar otra pista de baile jamás. Pero qué confundido estaba.
Y pensar que había creído que ella era lo que me movía en la pista de baile. Su motivación, sus ánimos de qe yo sea el mejor, o al menos lo intente. Todo parecía tan real en ese entonces. Su amor a por mí habría sido real? Eso que decía sentir con locura, lo decía de verdad?
De pronto, una lágrima resbaló por mi mejilla, la sequé bruscamente, me había prometido no volver a llorar por una persona como Lizeth. Nunca. Ya no.
Luego de cenar me dispuse a llenar la hoja de inscripción de la Academia, por suerte no era mucho costo lo que debía pagar por mes. Lo que quizá sí me costaría sería pagar un viaje, pero ya me las arreglaría.
Al día siguiente, luego de mi trabajo, me dirigí a la Academia para dejar la hoja de inscripción, luego de eso decidí recorrer un poco la ciudad. Era enorme y gran parte de ella era un mundo desconocido. Nunca creí que seguir mi vida en otra ciudad fuera una opción. Siempre estuve con la idea de crecer en Cuernavaca y estar allí hasta el último de mis días, pero ahora me doy cuenta de lo que equivocado que estaba. Quedarme en Cuerna hubiera sido darle la espalda a muchas oportunidades, por ejemplo, la Academia, el competir, conocer ésta ciudad llena de oportunidades, con tanta gente tan creativa, amistosa.
Hablando de gente amistosa, al ir a hacer la inscripción a la universidad me encontré con unos chavos buena onda se ofrecieron a mostrarme el edificio hasta llegar a la oficina del director. Luego de hablar con él y terminar todos los papeles que debía firmar para poder empezar las clases en la universidad.
Los chavos terminaron de hacer sus cosas también y me invitaron a tomar unas chelas algún día. Genial, ya tengo amigos en esta ciudad. Quedamos en juntarnos este mismo fin de semana, como forma de darme la bienvenida a la universidad.
Los días pasaron y llegó el fin de semana, la noche más esperada. Me vestí con unos pantalones de mezclilla y una camisa negra de mangas cortas. Pasé mis manos por mi cabello intentando peinarme aunque parezco más bien despeinado.
Pasé a por uno de mis nuevos amigos, Simón. Nos encontraríamos con los otros en el antro, al parecer era un antro que pasaba música de antes y que les gustaba frecuentar.
Simón: Oh! Aquí a la izquierda, Chris.- me dijo indicando las calles por las que debía ir.
Chris: Estás seguro de que es por aquí?
Simón: Chris, debo recordarte que yo soy el que vivió aquí toda su vida y que aquí el novato eres tú?- dice irónico.
Chris: Tienes razón. Y ahora a dónde?
Simón: Dos calles más y llegamos...
Cuando por fin llegamos, tuve que estacionar al final de la calle ya que había muchos autos frente al antro. Al entrar nos encontramos con los demás en una mesa. Nos sentamos y pedimos otra ronda de chelas. La música era muy chida, la gente se movía con entusiasmo y alegría en la pista y por un momento recordé cuando salía con mis amigos y mi no... Mi ex novia.
Le di un trago a la botella de cerveza, el líquido fresco recorrió mi garganta y con el se fueron mis pensamientos. Levanté la vista, Simón y Lucas estaban bailando con unas chicas y Mario estaba hablando con una chava en la barra. Me levanté de mi asiento dejando a Peter y a Jack en la mesa hablando.
Caminé cerca de la barra un rato, me incliné y le pedí a la mujer detrás de ésta otra cerveza. Mientras ella tomaba la botella para quitarle la chapa, yo estudiaba a toda la gente, le entregué el dinero a la mujer y volví a mi búsqueda, otro trago de la cerveza, y otro y otro hasta que unas caderas moviéndose al compás de la música se robaron mi atención.
Una hermosa chica de cabello castaño, vestido ajustado pero flexible a sus movimientos, largas y esbeltas piernas, otro trago a la cerveza. La Hermosa Chica se dió la vuelta y comenzó a bailar en mi dirección, parecía estar estudiando mi aspecto, su amiga, de la cual no me había percatado, le dijo algo al oído que la hizo reír y luego se dió la vuelta. Caminé hacia ella, y cuando estaba detrás de la chica, esta se da la vuelta chocando contra mi pecho tambaleándose y quedando atónita al verme, antes de que caiga mi brazo rodeó su cintura presionando su cuerpo contra mí, impidiendo que caiga al suelo. Sus ojos profundos apenas se podían ver con la obscuridad.
Chris: Estás bien?
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Hola!Bueno, espero que les haya gustado el capítulo. Qué les pareció? Cuál fue su parte favorita?
Segundo día de la Semana Vondy...
Las quiero!💖
Besos!✌😘
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Ocho Pasos - De Orgullo ©
FanfictionLa vida puede ser muy complicada a veces, Dulce y Christopher lo saben muy bien, y la enfrentarán juntos y por pasos... Aunque eso signifique separarse, desconfiar, desarmarse o tropezarse... Varias veces, seguirán bailando hasta lograrlo. O no.