Puedes engañar al cuerpo con otra piel...
Pero no al corazón con otra alma.
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QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA LA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA NOVELA.
TODOS LO...
- En aquel trayecto supe separar el pasado del presente y empezar a pensar en el futuro, porque sabía que Cupido me había disparado otra flecha de plata y no de plomo, porque me estaba dando otra oportunidad para volver a ser feliz.
-Su novio es muy afortunado de tenerla a usted, joven. Porque aunque debo de reconocer que es un poco quisquillosa y rencorosa.- La anciana sonrió de lado.
-No se meta en mi relación ni mucho menos me llame así vieja, a sido su culpa. Él es que debe pedir perdón.- Dijo la joven cruzándose de brazos para a continuación, mirar con morro hacia la ventana de aquel tren.
- Ha veces es mejor ceder que arrepentirnos...- Ella la miró sin comprender, pues aquella anciana le iba a contar la pequeña parte de su historia que la marcó de por vida.- No sabes lo que una persona puede llegar a sentir cuando alguien que ama pide perdón, porque tal vez fuiste tú quien lo hirió sin querer.
- ¿Qué es lo que me quieres contar?
-Pues...
#Historia#
-KiHyun, volviste...- Dije corriendo hacia la puerta para verlo entrar.
Lucia cansado y desbastado, pero su sonrisa no desaparecía de su rostro. Me abrazó y me dio unos pequeños besos por todo el rostro, me había acabado enamorando de él.
- Huele bien, ¿qué hay para cenar? -Dijo quitándose la chaqueta nada más llegar al salón.
-Tu plato preferido...- Él me miró con picardía y me abrazó entre risas.
Nos encantaba darnos besitos de esquimal, eran mis preferidos. Todas estas cosas nunca las había experimentado, ni con mi difunto novio.
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Aquel dulce gesto de rozar las narices era tan dulce, y a la vez tan romántico, solo podía suspirar.
- ¿Quieres volverme loco de amor? No paras de sorprenderme cada día.- Me reí por la cara tan graciosa que hizo.
Si tan solo supiera que él era el culpable de que mi mundo estuviera patas arriba y girara entorno a él.
- ¿Quieres comer? - Él me miró con picardía de nuevo y yo tan solo me sonrojé.- Tonto, me refiero a la cena.
- Si después tengo postre sí. - Le golpeé el brazo y él solo se reía de mí.
Un día de estos le dejaré con las ganas.... Se va a enterar.
-Si su día iba tan bien, ¿qué es lo que quiere hacer? ¿Darme envidia?- La joven irritada y llena de celos por aquella historia, pero a la vez atraída por la felicidad de la anciana, rechistó.