Familia.

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Secuela de Espera.

Ambos padres primerizos miraban al bebe que dormía tranquilamente en su cuna, ignorando todo lo que su simple existencia significaba. El pequeño niño suspiraba en sueños, llenando la habitación de una  tranquilidad completamente nueva para sus padres.

Afuera de la habitación, la reina madre, abuela del pequeño bebe, daba ordenes para dar la noticia de nacimiento y para presentar al pequeño. Pronto  llegarían amigos de su hijo y nuero para conocer al niño, ademas de los representantes de las tribus para reconocerlo como el heredero de T'challa.  Sin duda había mucho por hacer, pero por ahora otra prioridad es la salud de su hija.

Mientras tanto, la princesa descansaba después de algunas (muchas) horas de parto. Se sentía agotada, la próxima vez que su hermano quisiera un hijo lo pensaría dos veces antes de aceptar. Toco su, ahora, delgado vientre. No sabía del estado del pequeño bebe, pero esperaba que estuviera bien. Escucho la puerta abrirse, se escucharon pasos que se acercaban a ella. Logró ver a su madre y a dos enfermeras.

-¿Como te encuentras, cariño?- Su madre se sentó en la orilla de la cama y tomo una de sus manos.

-Agotada, un poco adolorida. ¿Cómo esta el bebe?- Shuri sonrió a su madre, tratando de no quedarse dormida.

-El esta bien, esta sano y es muy lindo. Le pediré a tu hermano que lo traiga para que lo veas.-La reina madre observaba como su hija sonreía al pensar en el niño. Después de todo, durante nueve meses Shuri llevó al pequeño príncipe dentro de su viente.

-No, déjalos disfrutar de ser familia. Tendré tiempo de verlo y llevó nueve meses de conocerlo, por ahora ellos necesitan conocer a su hijo.- La chica siguió acariciando su vientre, lo sentía tan vació después de haber cargado con otro cuerpo durante semanas.

-De acuerdo, descansa un poco, cariño, lo mereces.- Ramonda besó la frente de su hija y salió de la habitación. Dejando a Shuri con una sensación de vació, después de ser cuidada las 24 horas del día y de la eterna compañía de su bebe, no, del bebe de  T'challa, su sobrino, se sentía sola sin el pequeño dentro de ella.

Shuri sintió como pequeñas lagrimas corrían por sus mejillas, no entendía porque, pero extrañaba al bebe. En la habitación contigua un bebe de piel morena despertaba de su sueño llorando al no sentir los latidos del corazón de su madre. 

~Winterpanther~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora