Capítulo 2

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A la mañana siguiente Minho como siempre despertó a temprana hora, ya que debía preparar los diferentes pasteles y pastas para servir en su pequeña tienda. Se sentó en la cama dejando colgar su piernas y estiró los brazos por encima de su cabeza intentando despertar su entumecido cuerpo, después como siempre hizo la cama y cogió algo de ropa para cambiarse después de la ducha.

Fue mientras se duchaba que se acordó del chico malherido de la noche anterior, salió apresuradamente de la ducha y se resbaló cayendo de golpe de culo en el suelo, en el transcurso de la caída sus manos aletearon hasta que se sujetaron a la cortina de la ducha, quizás esperando no caer, pero lo único que consiguió fue que la barra que sujeta la cortina cayera sobre su cabeza.

En ese momento Minho solo quería llorar de dolor, le dolía la espalda y la cabeza, y solo podía sobarse la cabeza mientras gemía de dolor, cuando pensó que todo había acabado la puerta fue abierta tan bruscamente que hizo al chico chillar asustado, su corazón latía desbocado.

El chico que salvó ayer se acercó a él sin pudor alguno "¿Estás bien?" ahora estaba arrodillado en frente de Minho.
Minho solo podía sentir su cara arder, se cubrió el pecho con sus brazos y cruzó sus piernas para tapar todo lo que pudiera "S-sí, es solo que me acordé de ti"
El chico alzó una ceja y miró el desastre que ahora era el baño "¿Y te dieron ganas de destruir tu propio baño?" rió haciendo que Minho bajará aún más la cabeza avergonzado "Suelo causar todo tipo de reacciones en la gente, pero ésta" no podía dejar de reir.
Minho soltó un quejido molesto ante la burla del chico "Es que me acordé de que estabas herido..." ahora sus ojos caramelo se fijaron en lo relajado que estaba el cuerpo del otro, y alzó una ceja en cuestión, olvido que estaba completamente desnudo y se incorporó para poder observar al rubio "¿No te duele?" sus manos fueron a alzar la camisa pero fue detenido.
"Creo que te olvidas que estás desnudo" Minho juro ver cómo las pupilas del otro se dilataban y parecía que sus ojos color negro se tornaban dorados por un segundo.
Cuando asimilo lo que le dijo el chico, sus mejillas se tornaron de un intenso carmesí y lo empujó lejos para poder cubrirse el cuerpo otra vez "¡Sal ya!" gritó avergonzado.
El otro simplemente rió "Toma" le dio una toalla que usó para cubrir su cuerpo rápidamente "Duchate tranquilo, estoy preparando el desayuno" explicó y salió de la habitación sin decir nada más.

Minho abrazo sus desnudas rodillas y simplemente quiso desaparecer, el chico al que salvó ayer lo había visto completamente desnudo, y ahora no sabía cómo mirarle a la cara. El vampiro siempre evitó el contacto con el resto de gente, alguien como él no merecía ser amado, por eso se centró tanto en sus estudios e ignoró todo tipo de contacto humano, por lo tanto, ese chico del cual aún siquiera sabía el nombre había sido el primero en verlo completamente desnudo.

Suspiró cansadamente y se levantó del suelo, sus caderas aún ardían de dolor por el golpe, sus ojos escanearon la habitación, la cortina estaba en el suelo esparcida mientras que la barra que la sujeta estaba dentro de la ducha, en su caída había tirado varios champús y geles, que ahora se encontraban desperdigados entre el suelo y la ducha. Realmente era un completo desastre, ahora entendía porque el extraño se había reído.

Apartó la cortina y la barra y se acabo de duchar, cuando salió de la ducha vio cómo su cadera estaba aún roja del golpe, lo que supuso que le saldría un gran morado, al ser mitad humano su curación era mucho más lenta que la de un vampiro normal, era algo de lo que estaba agradecido, porque le hacía sentirse más humano.

Se vistió y decidió salir a ver que había preparado el chico para desayunar, cuanto más cerca estaba más podía sentir el deliciosa aroma que emanaba de su pequeña cocina, cuando asomo la cabeza encontró al chico acabando de poner los cubiertos sobre la mesa, desde que murió su abuela siempre había preferido comer en la pequeña tienda, estar solo en aquella habitación le traía demasiados recuerdos.

LavenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora