Apenas llevaban una semana de convivencia y parecían encajar perfectamente.
Minho todavía se sorprendía al despertar y encontrar alguien más en aquella pequeña casa, poder entrar a la cocina y ver al hombre rubio preparando el desayuno para los dos siempre le hacía dibujar una sonrisa en sus labios.
Ya apenas se acordaba de sus fantasmas, con Chris cada día estaba lleno de sonrisas cómplices y felicidad, lo que más deseo el joven vampiro es que en ese momento el tiempo parara.
Incluso los clientes habituales ya se habían adaptado al mayor, era como si Chris fuera lo que siempre le faltó, lo que él nunca tuvo.
Por eso quería más que nada disfrutar cada día hasta que el mayor decidiera volver a su hogar, Minho rezaba cada día pidiendo que el mayor simplemente decidiera quedarse con él.
🌿
Jisung llegó como cada día y como de costumbre solo saludó alegremente a Minho "Buenos días, Min-hyung" decía mientras ignoraba al rubio.
"Jisunggie" le respondió Minho con una dulce sonrisa mientras pasaba su mano por su cabeza para despeinarlo, al menor no le importó "¿Lo de siempre?" preguntó a lo cual Jisung asintió mientras se sentaba.
"Yo lo preparo" dijo Chris que apareció detrás de él, su mano se posó sobre la cadera de Minho "No hay mucha gente, podéis disfrutar un café juntos" le decía el mayor cálidamente mientras sus cálidos dedos parecían fundirse con su piel.
Minho asintió tímidamente "Gracias" se llevó a Jisung hacia una de las pequeñas mesas que había cerca del ventanal de la pastelería.El vampiro se dio cuenta enseguida de que el menor lo miraba expectante con una ceja levantada, ante el íntimo contacto con el mayor de los tres. Minho honestamente no tenía explicación para ello.
Con los días sólo descubrió que Chris era un hombre cálido, al cual siempre le gustaba estar en contacto, a Minho ciertamente no le desagradaba, encontraba las pequeñas caricias y sutiles roces abrasadores.
"No lo hagas" dijo Jisung y cuando el vampiro alzó la vista para verle todo lo que encontró fueron dos pequeños ojos mirándolo apenado "Por favor"
Minho trago saliva e intentó sonreír "Jisunggie, yo..."Cómo podía explicar que no podía parar lo que estaba naciendo entre ellos, todavía no podía ponerle nombre a esos sentimientos que sentía por el mayor, solo sabía que era algo que jamás quería perder.
"No quiero que te hagan daño" decía el menor en un mero susurro, pero la vista de Minho se desvió hacia Chris que estaba parado de espalda a ellos.
Minho sonrió dulcemente al menor y estiró su mano para sostener la de Jisung "No te preocupes"El vampiro comprendía perfectamente a qué se refería su amigo, sabía que el día que Chris supiera la verdad sus mundos colisionaron, él solo esperaba que el mayor lo comprendiera y lo aceptara.
Antes de que ninguno de los dos pudiera mencionar nada Chris dejó una taza de café para Jisung y una taza con té de fragancia de rosas para Minho "Pruébalo, Min" decía el rubio mientras sus oscuros ojos se centraban en los caramelos del castaño.
Minho cogió la taza con cuidado y sopló antes de dar un sorbo "Está delicioso" exclamó el vampiro tras probarlo.
El rubio sonrió orgulloso ante el comentario "Sabía que te gustaría" dijo antes de marcharse y dejarlos solos otra vez.Jisung miraba con molestia al rubio después de aquel detalle y parecía querer fulminarlo con la mirada, el vampiro suspiró cansado pero cuando sus ojos se posaron en la humeante taza no podía detener su sonrisa, un cálido sentimiento nació en su pecho.
Después de tomar el té junto a su amigo volvió al trabajo, poco después Jisung tuvo que marcharse y los clientes empezaron a llegar, aún siendo una pequeña pastelería al ser la única todo el pueblo iba a por uno de sus pastelitos.
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Lavender
VampireMinho es un chico sencillo que vive solo encima de su pequeña pastelería en el pueblo de su abuela. Es adorado por todo el pueblo aún siendo lo que es. Su mejor amigo es un cazador del pueblo, Jisung, el cual siempre lo cuida demasiado aún siendo el...