Capítulo 4

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Siendo honesto Minho no vio venir tal rechazo por parte del mayor, simplemente le pilló por sorpresa, pensó que ellos habían conectado pero ciertamente no lo hicieron, eso devastó al vampiro.

Minho estaba acostumbrado a que la gente fuera desapareciendo de su vida, la primera persona en dejar su lado fue su madre, él todavía era muy pequeño y apenas la recuerda, así que fue criado por su padre y abuela, desafortunadamente la segunda persona en abandonar su lado fue su padre, jamás supo qué le pasó a sus padres.

A diferencia de otros niños él jamás lloró su muerte, porque no hubo funeral, no hubo una despedida, así que para el pequeño vampiro era como si simplemente se hubieran marchado para no volver nunca.

Por último fue se querida abuela, la mujer que lo había visto crecer y siempre le había recibido con una cálida sonrisa se fue y el castaño no pudo hacer nada, esa vez tampoco lloró. Simplemente sintió como algo en él se rompía.

Minho pensó que ya nadie más lo dejaría atrás, pero fue un ingenuo y dejó que aquel chico rubio al que salvó entrara en su vida, y sin previo aviso fuera haciendo hueco en su vacío corazón. El vampiro confío en el mayor, realmente creyó que aunque supiera su verdad jamás le dañaría, pero se equivocó.

Chris le rompió el corazón y se fue sin siquiera mirar atrás, ese día el vampiro casi lloró pero se sentía tan vacío y roto que no supo qué sentir. Ahora se preguntaba cómo llenaría el vacío que el rubio había dejado en su alma.

El castaño seguía perdido en sus pensamientos cuando alguien entró en la pastelería, él simplemente siguió limpiando el mostrador con la mirada perdida, sumido profundamente en sus pensamientos.

Jisung suspiro tristemente al ver el estado en el que se encontraba su amigo "¿Min-hyung?" el castaño dio un pequeño salto sorprendido y alzó su vista para mirar a su amigo, la sonrisa que ofreció desgarró al cazador "¿Está todo bien?" preguntó temeroso ante la respuesta.
El castaño paró en seco lo que estaba haciendo para contestar al menor "¿Por que no debería de estar todo bien?" su voz fue un mero susurro.
"¿Estás solo?" vio a Jisung mirar alrededor buscando a alguien que jamás volvería porque Minho era un monstruo.
Cerró los ojos y tomó aire "No lo he estado siempre" fue la simple respuesta que consiguió decir y no mintió.

Vio que Jisung quiso decir algo más pero se mordió el labio y le dio una apenada mirada antes de pedir un café como siempre. Minho se lo agradeció infinitamente, porque no creía ser capaz de volver a pronunciar el nombre del rubio sin romperse.

Lo mejor sería ignorar lo que paso y hacer como si aquel chico al que salvó jamás existió, al menos intentaría olvidar todo lo que vivió junto al mayor.

Y así fue como los días fueron pasando, uno tras otro, sin volver a mencionar al rubio, todo había vuelto a la normalidad y lo agradecía, porque al principio puede que Jisung no preguntara que paso, pero sus clientes más regulares si lo hicieron y Minho no supo qué decir.

Pero ya solo era un vago recuerdo para el resto, el cual no mencionaban, Minho simplemente intentó seguir con la vida que tenía antes de conocer a Chris.

Al principio volver a acostumbrarse a la soledad fue difícil, pensó que eso sería lo que menos le costaría pero al despertar e ir a la cocina y no ver a nadie preparando un desayuno o simplemente sentado tomando un café, le partía en dos.

Chris realmente parecía que hubiera vivido con él toda la vida y ahora que se había ido lo veía en todas partes de su casa, volvía a odiar entrar a la cocina y desayunar solo, ahora a más a más odiaba acercarse a la sala de estar donde tantas tardes había pasado junto al rubio viendo una película.

LavenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora