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El día había amanecido demasiado fresco, y para Shawn fue inevitable no dormirse al lado de Sofi. Se suponía que sólo le haría compañía un rato, pero quito esa idea de su mente en cuanto ella comenzó a acariciar su cabello.

Estiró sus músculos antes de salir de la cama, y miro a la chica que se encontraba recostada a su lado. Estaba completamente tapada, abrazada a la frasada, y verla de esa forma hacia que sus ganas de salir de la cama que esfumaran. Pero el desayuno no se iba a hacer sólo, y a pesar de que el no era muy bueno en las artes culinarias, tenía que salir a comprar algo, o morirían de hambre.

Después de haberse duchado y cambiado, tomó las llaves de su Jeep y condujo hasta el café más cercano. Compro un poco de chocolate caliente, por que sabía lo mucho que Sofía lo amaba en los días fríos, y algunos muffins, bueno, bastantes muffins.

Al llegar a casa, escucho el ruido de la ducha y supo al instante que Sofi se había despertado.
Aunque a él le hubiese gustado entrar a ese baño, y hacer el amor con ella, se contuvo y se conformó con hacer feliz a su chica con una taza de chocolate caliente.

Vertió las bebidas en tazas de cerámica, y las metió por algunos minutos al microondas, esperando que se mantenga caliente para el momento en el que Sofi llegará a la cocina. Colocó los muffins en un plato y acomodó todas las cosas en la mesa.

Un rato después, Sofi se encontraba bajando las escaleras.

Cuando ella habia despertado, no vio a Shawn a su lado, y asumió que  habría salido, asi que aprovecho que Shawn no estaba, y se dio un largo y relajante baño, y al salir sólo pensó en disfrutar sus días de reposo y estar en pijama todo el día.
Se colocó su short, una blusa de tiras finas, medias blancas hasta la rodilla y tomó la primera frasada que encontró en el armario.

Lo primero que vio al entrar a la cocina, fue a Shawn de espaldas, picando un poco de fruta, por lo que alcanzaba a ver. Se acercó en silencio, y lo envolvió junto con ella en la colcha, quedando en un perfecto y cómodo abrazo.

Shawn se sobresalto un poco, pero luego se relajó y se permitió disfrutar de estar con ella. No quería ni moverse por miedo a romper la cercanía o algo así.

- Buenos días chico- Sofi dejo un beso en la espalda de Shawn que los dejo desconcertados, a ambos.
Por un lado a Shawn por que ella no era de actuar así con él, y a Sofi por que, a pesar de que le gustaba Shawn, nunca se había atrevido a hacer algo asi. Ella pensaba que ese tipo de muestras de afecto era más para una pareja.
Cosa que ellos no eran, a pesar de lo mucho que ella deseaba que eso pasará.

Buenos días niña- ella se separó y se sentó en una silla. Shawn sirvió el chocolate, y le tendió un muffin a Sofi.

- Sabes, estaba pensando en que ya es hora de decorar la casa.

Shawn alzó la vista, e hizo un cara de confusión.

- ¿Que?- fue todo lo que le respondió.

- Ya sabes...- al ver que Shawn seguía con cara de no entender nada, le explicó- Se acerca navidad.

- Ahhh, ya se de que hablas. Si, creo que es una buena idea- se llevó un pedazo de muffin a la boca antes de hablar- Estuve mirando algunos árboles geniales en Target.

- ¿De verdad?- A Sofi se le iluminaron los ojos en cuanto Shawn menciono lo del árbol. Ella era de esas chicas que se metían demasiado en las fiestas, de las que quería sentir al ambiente navideño.
El olor a galletas dentro de casa, el árbol decorado, algunas luces y el infaltable muerdago. Aunque ella no estaba segura de por que lo ponía, si al fin y al cabo nunca besaba a nadie.

Al terminar de desayunar, Shawn salió de la casa, para ir a trabajar, y que volvería en algunas horas.

Sofía decidió gastar su día comiendo, y mirando series. Se suponía que Shawn llegaba de trabajar a las nueve de la noche, así que pensó que hacer una rica cena les vendría bien a ambos.

Eran las siete, Sofi estaba cortando algunas verduras cuando el timbre de la casa sonó. Espio por la ventana antes de abrir la puerta. Se sorprendió al ver al cartero, dado que estos tiene horarios y días especiales, pero le dijo algo sobre las entregas inmediatas. Cosa que no entendió pero prefirió no preguntar.

Después de firmar, el señor le entregó un sobre rojo. Estaba aterrada. Y ella no sabía por que, pero decidió esperar a que Shawn llegará a la casa.

Se paso unas dos horas haciendo la cena, mientras que su cabeza estaba maquinando posibles cosas que pudiese contener el sobre.

A las nueve y diez, Shawn entraba por la casa, dejo su abrigo en el perchero, y colocó las llaves en la mesa de la entrada. Observo el gran sobre con curiosidad, pero el olor a comida le ganó y dirigió sus pasos directamente a la cocina.

- Ya estoy aquí- saludó.

- Lo noté- respondió ella con una sonrisa- ¿Cómo te fue?.

- Bien, tenemos dos nuevos clientes, y creo que se nos viene un proyecto enorme.

- ¡¿QUÉ?! eso es genial bebé- Sofía dejo la espátula a un costado y abrazo a su amigo. Sabía lo mucho que el se había esforzado por construir su empresa, y a pesar de que no era muy grande, un proyecto como estos le vendría muy bien.

- Lo sé, estoy demasiado feliz- la abrazo más contra si cuerpo, y beso su cabeza.- Ahora dime, ¿qué preparaste?.

- Adivina- por la mirada pícara que Sofía le regaló, supo inmediatamente que le había hecho su comida favorita.

Shawn sólo le dedico una sonrisa enorme, como la del gato de Alicia en el País de las Maravillas.

- Me parece que ya lo descubriste- bromeó ella. Le indicó que ocupará su lugar en la mesa mientras ella servía, y el no se opuso.

Sofía le sirvió una buena cantidad de raviolis con salsa bolognesa y queso rallado, luego destapó una botella de vino tinto de la colección, y sirvió en sus respectivas copas.

Se sentaron a comer mientras hablaban de su día, organizaban algunas cosas para la semana y contaban cosas sin sentidos.
Al terminar de comer, decidieron acabar la mitad de la botella de vino en el porche, mientras degustaban el postre de chocolate.

Eran las dos de la mañana, y ellos recién estaban por irse a la cama. A pesar de que ya tenían sueño, ninguno de los dos quería separarse del otro. Era como si se necesitan mutuamente para poder vivir, y ninguno de los dos quería eso.

Subieron las escaleras a tropezones, por que digamos que ninguno era muy tolerante al alcohol, y que se bajarán una botella entre los dos era mucho.

Se despidieron con un simple buenas noches y cada uno se metió a su respectivo cuarto, pensando por que no tenían el valor suficiente para al otro lo mucho que le gustaba.






🌻🌻🌻

¡Buenas chiquis!
Creo que es el capítulo más bobo que escribí, y esto de los exámenes no me está dejando mucho tiempo libre, pero tengo uno o dos capítulos por ahí, esperando ser editados y publicados jeje.

En fin, no se olviden de votar, denle mucho amor a la historia y espero qUE LES GUSTE MUCHO ahre bye❤

Ya saben, pueden seguirme en instagram si quieren, salgo como: agustinatorrws

All the Love.

by: Gia🦋

summer nights Donde viven las historias. Descúbrelo ahora