Dos semanas habían transcurrido desde el incidente de Sofía. El doctor le había dado de alta, sólo con la condición de que no hiciera cosas que necesitarán mucha fuerza.
Obviamente ella aceptó, por que estaba ansiosa por volver a salir de casa, e ir a esa cafetería que tanto le gustaba.
Mientras tanto, Shawn se encontraba trabajando, y Sofía seguía intentando averiguar algo sobre ese maldito sobre rojo, a pesar de Shawn le dijo que no era nada. Se la pasaba en la oficina postal tratando de encontrar algo, lo que sea que la ayudará a saber.
Es que, ¡vamos!, ¿qué persona cuerda no le tendría miedo a algo tan extraño?.
Las siguientes horas fueron un completo desastre. Su herida, a pesar de estar casi cicatrizada, le estaba doliendo gracias al cambio tan brusco de clima. Miro por la ventana de la habitación y a lo lejos pudo divisar una mata espesa de nubes oscuras.
El aire tenía ese típico olor a lluvia, y el viento soplaba muy fuerte para un lugar como California.
Faltaban dos horas para que Shawn llegará del trabajo, y estaba a punto de tener un ataque de ansiedad. Todas las ventanas de la planta baja se encontraban abiertas, pero ella ni siquiera podía mover una maldita pierna por que el dolor era realmente fuerte.
Observo el televisor frente a ella y soltó un gran suspiro. Iba a ser una larga noche.
Su teléfono comenzó a sonar, e inmediatamente lo agarró. Ni siquiera miro el identificador de llamadas por que estaba segura que la única persona que la llamaba era Shawn. Algo así como un instinto.
- ¿Estas de camino?- preguntó desesperada.
- Hola Sofi, yo estoy bien, ¿tu día como va?- bromeó él.
- Por Dios Shawn, no tenemos tiempo para bromas, afuera parece que se viene el fin del mundo y tu te dedicas a bromear- bufo molesta.
- Oye, tranquila, estoy de camino a casa y llevo la cena.
Sofía se sintió culpable por hablarle así, pero su dolor estaba aumentando y su cuerpo no le daba ni para hacer unos cuantos pasos hasta el baño.
- Lo lamento, pero la herida duele como la mierda y no llego hasta el baño- solto un leve gemido al intentar acomodarse.
- Nena, no hagas nada de fuera, en unos minutos estoy ahí, te amo.
Shawn corto la llamada sin siquiera dejar que Sofía responda. No se arrepentia de lo que dijo, pero fue como un arrebato. Él la sentía tan suya que simplemente le dijo te amo como si fuesen pareja de toda la vida.
Sofía por otro lado se encontraba en una especie de shook, pero del bueno.
Y si, Shawn ya le había dicho que la amaba y todo eso, pero esta vez para ella sonó como un te amo más profundo. Ni siquiera sabía que estaba pensando, estaba nerviosa.
Shawn llegó diez minutos después con dos bolsas de comida rápida en una mano, y en la otra, su portafolio y sacó.
Dejo sus zapatillas a un costado como de costumbre, y se sacó lps calcetines también. Afuera llovía muy fuerte, como si un diluvio hubiese sido pronosticado. Estaba empapado. Sus zapatos, su ropa interior, su traje, todo.
Pisó la suave alfombra de la sala, se sacó su camisa y subió hasta la planta de arriba.
Sofía estaba hecha una bolita en el medio de su cama, SU cama, con una manta encima de ella. Solamente bestia unos calcetines un poco debajo de la rodillas y un hoddie de Shawn.
Decidió tomar un baño caliente antes de despertar a su chica, y cambiarse por algo más seco.
Se colocó unos pantalones holgados de color gris y dejo su torso desnudo. No es como si Sofi nunca lo hubiese visto así.
Tocó el hombro de ella suavemente y dijo su nombre un par de veces hasta que por fin despertó.
- Llegaste- susurro mientras se frotaba los ojos.
Se tomó un momento para apreciar al chico frente a ella, el chico del que estaba enamorada.
- ¿Me haces un lugar?- le pregunto.
Sofía retiro la manta y se movió un poco hacia el costado, se acomodaron en una posición un tanto extraña, pero cómoda, y volvieron a taparse.
- Traje pasta de ese restaurante italiano que tanto te gusta- murmuró él en su oido.
Sofi miro la hora en el reloj de la pared, y bostezo.
- Duerme un rato, luego bajamos a cenar.
Shawn dejo un beso sobre la cabeza de la chica, programó la alarma y se giró parapoder abrazar a la mujer de su vida. Él estaba convencido de que no había nadie más que ella.
Muy corto, lo sé.
Sigo con el tema de la mudanza y siento que en cualquier momento voy a colapsar.
Pero bueno, les traigo nuevo capítulo y espero que les guste como quedo❤
All the Love.
Gia.
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