Capítulo Catorce: La Boda

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The Second Mutation

Capítulo Catorce: La Boda

Erik y Charles despertaron juntos del trance y se frotaron los ojos y la cabeza. Apenas se sintieron mejor, Charles se sentó con brusquedad y brincó a su silla, mientras que Erik saltaba de la cama. Los dos se dirigieron enseguida a la cuna, que estaba en un extremo de la habitación. David los miraba sentado, sonriendo y sacudiendo los brazos.

Charles lo cargó y ambos padres lo llenaron de besos. Después el telépata se volvió hacia Jean.

-Gracias por tu ayuda, no hubiéramos podido lograrlo sin ti. Avísales a todos que empezaremos la ceremonia.

-Eso significa que En Sabah Nur no va a volver nunca más – quiso asegurarse la joven.

-Lo vencimos – contestó Erik con convicción -. David lo venció con la ayuda tuya, mía y de Charles.

..............

La noticia corrió por la Mansión X como reguero de pólvora. Aun siendo mutantes, todos quedaron sorprendidos con el poder del bebé. Alzaron y observaron a David con admiración.

Al verlo en brazos de sus amigos, Erik rodeó con su brazo el cuello de Charles y lo atrajo hacia él, mientras le mencionaba nuevamente al oído que su hijo crecería sano y rodeado de amor. Los últimos vestigios de temor que Charles podía tener todavía al fin se esfumaron.

-Sabes – miró a Erik con picardía -, David no deja de sorprendernos y yo te tengo reservada una que no te imaginas. ¿Recuerdas que te dije que el oficiante de la ceremonia era un regalo mío para ti y que sería toda una sorpresa?

-Juego mis cartas a que se trata de Stryker o de Trask – bromeó Magneto y rio.

A Charles no le causó tanta gracia porque eran personas detestables y crueles que aborrecían a los mutantes.

-Espera y verás – respondió enigmático.

Después del mediodía, los invitados se ubicaron en los bancos bajo el sol reconfortante. David dormía en los brazos de su tía Raven y no tenía pinta de despertar hasta dentro de varias horas. El previsor en extremo de Hank, sentado junto a Raven, lo observaba de a ratos y tenía un bolso de primeros auxilios a mano con pañales, biberón y talco en caso de necesitarlo durante la ceremonia.

Se había establecido que Erik y Charles entrarían juntos por un sendero empedrado en medio del pasto fresco y subirían una pequeña rampa para ubicarse dentro de la pérgola.

Antes de comenzar a empujar la silla de ruedas para iniciar la marcha, Erik se palpó el bolsillo por enésima vez. No quería pasar un mal momento olvidándose de los anillos en su recámara. Eran los de sus padres. Le había pedido el suyo a Charles la noche anterior para pulirlo y conservarlo para la ceremonia.

En un primer momento, cuando planificaban la boda, Charles le había propuesto que fuera Hank el padrino que llevara las alianzas, pero enseguida leyó a Erik y se dio cuenta que las celaba tanto que no quería que nadie más que él o Charles las tocaran. De esa manera, dispusieron que fuera Magneto mismo quien las portase sin intermediarios.

-Bueno – carraspeó Erik -. El gran momento llegó.

-¿Estás nervioso?

-Si me leyeras, notarías que estoy a punto de hacer girar el eje mismo de la Tierra – suspiró Erik -. Temo por la pérgola de hierro.

Charles le acarició el hombro afectuosamente.

-No debes temer por ella ni por nada. Vamos a casarnos, seremos cónyuges a partir de ahora y nadie va a separarnos más. ¿Estás nervioso por eso?

The Second Mutation (Cherik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora