Sparks

1.New destiny

Me desperté un poco aturdida al abrir los ojos y encontrarme un un sitio totalmente desconocido, pero al cabo de unos segundos recordé todo y una sonrisa se formó en mis labios.Estaba en un avión camino a Londres para vivir allí con mi mejor amiga,Jen,quien se encontraba a mi lado aún durmiendo como una marmota.Levábamos planeando esto desde que teníamos unos trece años, y al fin nuestro sueño se estaba haciendo realidad.La azafata nos comunicó que en breve aterrizariamos, así que decidí despertar a mi amiga dándole unos golpecitos en el brazo.

—Jen despierta,ya vamos llegar—la susurré,pero la única respuesta que obtuve por su parte fue una especie de gruñido,así que la volví a golpear,está vez más fuerte.

—Venga vamos,no me hagas tener que llevarte a rastras—en ese instante al fin aterrizamos y Jen se incorporó finalmente.Bajamos del avión y nos dirigimos a por nuestras maletas,que tardaron más de diez minutos en llegar.Cuando por fin las conseguimos salimos del aeropuerto y cogimos un taxi,le indicamos la dirección de nuestro nuevo piso y en diez minutos ya nos encontrábamos frente a nuestro nuevo edificio.Después de coger nuestras cosas y pagar al hombre hechamos un vistazo a nuestro nuevo barrio,el cual parecía bastante familiar y acogedor.Finalmente entramos en el edificio y cogimos el ascensor hasta la planta ocho.Entramos en nuestro apartamento y nos quedamos boquiabertas,literalmente.Era la casa perfecta,con un ventanal que daba a un bonito parque lleno de árboles.La cocina comunicaba con el salón,lo cual lo hacia parecer más grande aún.Miré a Jen y ví que se había quedado tan impresionada como yo.—Bueno,¿qué tal si vemos el resto en vez de quedarnos aquí pasmadas?—logró al fin articular mi amiga,a lo que yo asentí y seguimos con el recorrido.Una vez que ya dejamos las cosas en nuestras respectivas habitaciones dedicimos ir a un centro comercial que estaba a un par de manzanas de aquí a cenar algo,ya que estabamos bastante hambrientas.Mientras íbamos andando por la calle nos quedábamos alucinadas con todo,ya que nunca habíamos salido de España y llevábamos toda la vida deseando visitar Londres.Cuando llegamos decidimos ir a cenar a un Burguer King,aunque la verdad es que yo prefiero McDonald's,pero sé que a Jen le chiflan las hamburguesas de la otra hamburguesería.Finalmente entramos al local y yo me quedé buscando una mesa mientras que ella pedía nuestra cena.Todas las mesas del interior estaban abarrotadas,por lo que salí a buscar una en la pequeña terraza,la que por cierto tenía unas vistas impresionantes a toda la ciudad.Estaba bastante lejos de la cola y no creo que Jen pudiera encontrarme fácilmente con tanta gente,por lo que pedí a una pareja con dos niños que estaban en la mesa de atrás si podían vigilar que nadie se sentara allí,a lo que ellos accedieron muy amablemente.Me costaba bastante avanzar entre tanta gente,e iba a tardar una enternidad hasta que encontrara a mi amiga,por lo que opté en mandarla un mensaje.Cuando fui a sacar el móvil del bolso dí a alguien con el codo,ya que con tanta gente no se podía ni respirar.Al levantar la cabeza para ver con quien me había chocado me encontré con unos ojos marrones que me estaban fulminando con la mirada.Al bajar la vista a su camiseta comprendí la razón de que me mirar así.Antes de que logrará pronunciar un "lo siento" el chico empezó a llamarme de todo,hasta que ya me harté y le corté —Mira perdona,no te me pongas así por haberte manchado tu polo de Lacoste,porque no es mi culpa que seas tan torpe y que por un simple golpe ya te tires un maldito helado encima,y tampoco entiendo que te cabrees cuando seguramente si te has manchado una camisa mañana tu papi te compre cuatro—dicho esto me di media vuelta y volví a la mesa.Ese niñato,por llamarlo de alguna manera me había puesto de muy mal humor,¿quién se cree que es para hablarme así sin conocerme de nada?,y lo peor de todo es que parecía el típico niño rico y creído que va por ahí pisoteando a todo el mundo,y ya había conocido a suficientes chicos así en España.Por desgracia parecía que aquí eran iguales.Decidí dejar de pensar en eso ya que seguramente no le volvería a ver nunca y me puse a mirar instagram.Al cabo de unos minutos por fin llegó Jen con la comida.

—Dios,que buena pinta—dije mientras cojía mis patatas.

—Ya ves,estoy muerta de hambre.Por cierto,¿quién era ese chico del pelo rizado al que estabas gritando antes?

—Un subnormal que se cree que por tener un porsche es superior a todos,¿por qué lo dices?

—Porque viene hacia aquí con cara de pocos amigos.