13.Unpredictable

72 7 3
                                    

Poco a poco se fué acercando hasta que su boca quedó a escasos milímetros de mi cuello,haciendo que mis rodillas temblaran debido a su cálido aliento.No podía pensar con claridad y tenerle tan cerca no ayudaba en absoluto.Al fin logré recordar a qué había venido.

-¿Qué quieres Brad?-dije con un hilo de voz apenas audible.

-A ti-dijo susurrando en mi oído,haciendo que me estremeciera.Estaba claro que el alcohol le afectaba demasiado.Al fin logré zafarme de su agarre y le conduje a su habitación,donde le metí en la cama y al instante se quedó dormido.Dejé un vaso de agua y unas pastillas para el dolor de cabeza en la mesilla de al lado,ya que mañana iba a tener una resaca impresionante.Salí a la calle y rápidamente entré al coche ya que no me hacia mucha gracia estar sola a esas horas en la calle.Tras unos minutos llegué a nuestro edificio,donde metí el coche en el garaje.Subí hasta nuestro apartamento y nada más entrar dejé las llaves en la encimera de la cocina y me fui directa a mi cuarto,estaba agotada.Tarde un buen rato en lograr dormirme ya que no paraba de dar vueltas a lo que había pasado con Brad en el baño.¿Por qué me puse tan nerviosa?El simple hecho de recordar su aliento contra mi cuello hizo que un escalofrío me recorriese la espalda.Aparté ese pensamiento de mi cabeza enseguida.Le odiaba y ya está,no le iba a dar más vueltas.Finalmente conseguí dormir.Abrí los ojos y cuando miré el reloj ví que ya eran las dos menos cuarto de la tarde,con lo cual directamente prepararía la comida.Fuí al salón y me senté junto a Jen a ver la tele.Este sería el último domingo que estaríamos solas en nuestro apartamento hasta dentro de un mes.La idea hizo que se me revolviera el estómago.

-Buenos días.

-Hola-contestó sonriente-¿qué tal te fué ayer?

-Genial,Luke es encantador y me llevó a una heladería buenísima.

-Me alegro un montón,parece un buen chaval.Oye una cosa,¿de quién son las llaves que dejaste en la encimera?

-Pues las mías.

-No,me refiero a las otras.

Mierda,al abrir la puerta del apartamento de Brad debí quedarme con sus llaves.

-Son de Brad,anoché estuve en su casa.

-¿Qué?¿En una sola noche estas con dos tíos que estan buenísimos y no me dices nada?

-No pienses mal,solo fuí a dejarle allí porque me lo encontré en el suelo borracho.No pasó nada más.

-Vale vale,pero tendrás que ir a darle las llaves,¿no?

-Por supuesto.Haz tu la comida mientras se las llevo.

Dicho esto fuí a mi cuarto a vestirme y arreglarme un poco.Decidí ir a pie ya que hacía un día bastante bueno,pero por el camino me encontré a Luke y se ofreció a llevarme.Subí al ascensor mientras Luke esperaba en el coche.Llamé al timbre y al momento apareció Brad,en bóxers y un tanto adormilado.

-¿Qué cojones haces tú aquí ahora?

-He venido a traerte tus llaves,ayer me las llevé sin querer.

-Gracias.-respondió muy seco-¿Fuiste tu quién me dejó las pastillas en la mesa?-asentí.

-Bueno me tengo que ir,Luke me está esperando en la calle.

-Adiós-dijo más borde de lo normal.Arrancó las llaves de mi mano y cerró la puerta con un fuerte golpe.Este tío era gilipollas perdido.Subí de nuevo al coche de Luke,quién tras invitarme a un refresco me llevó a casa.Jen había preparado ensalada,por lo que no tardé mucho en terminar de comer.Después me tumbé en el sofá,y cuando me quise dar cuenta me quedé dormida.Me desperté a las siete y media,y decidí darme una ducha para despejarme.Cuando salí y me vestí decidí ver una pelicula,y a las nueve y media cuando Jen volvió cenamos.Tras la cena fuí a mi cuarto y preparé todo lo necesario para mañana.Me tumbé en la cama pensando que esta sería la última noche que dormiría en ella,ya que después me tocaría dormir en el sofá de al lado.Pero ya prepararía mañana todo para cuando Brad viniese.Sin darme cuenta me dormí.El sonido del timbre de la puerta me desperto.Me levanté sobresaltada y miré el reloj.Las dos menos veinte.Me dirijí a la puerta y observé por la mirilla.Era Brad.¿Qué quería este a estas horas?Al fin decidí abrir para pedirle una explicación.

-¿Qué coño quieres?-pregunté furiosa.

-Bueno,según mi móvil ya es lunes,lo que significa que ya vivo aquí.Y déjame decirte que no me esperaba tener tan buenas vistas-contestó mirándome de arriba a bajo.En ese momento me morí de vergüenza,ya que mi pijama sólo consistía en la ropa interior y una camiseta por encima del ombligo.

-Pasa-dije finalmente,a lo que él obedeció y se sentó en el sofá.

SparksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora