6.Hating everything

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Todos nos quedamos perplejos con lo que acababa de soltar nuestro profesor.¿Lo decía enserio?¿De verdad pretendía que meteríeramos en casa a un desconocido y vivieramos con él un mes?Esto era de locos.

—Profesor—intervino el pesado de turno—¿y qué ocurre si mi pareja se quiere acostar conmigo?,es decir,tengo a todas las tías detrás—concluyó con una estúpida sonrisa de suficiencia.

—Eso ya es su problema señor Simpson,yo no me hago responsable de lo que ocurra en ese periodo de tiempo ya que todos son mayores de edad.Y ahora prosigamos a comencemos a elegir con quién harán su proyecto.

El señor owen sacó dos urnas con papeles,y explicó que una urna era para los chicos y otra para las chicas,de modo que los que sacarán de ella el mismo número compartirían casa.Recé por que me tocara con James,ya que era al único que conocía y me caía bien.Pero la suerté no estuvo de mi parte.

—¿Qué número tienes?—le pregunté nerviosa.

—once,¿tú?

—veintidós—dije bastante disgustada.El señor owen nos indicó que fueramos uno por uno pasando por su mesa para apuntar qué número teníamos cada uno y organizar todo para que mañana nos dijera quién sería nuestra pareja.Dejé el papel y salí de clase,acompañanda de James.Me encontré con Jen a la salida y fuimos a casa dando un paseo.Preparamos unos fideos y nos sentamos a comer.Estaba sumida en mis pensamientos hasta que la voz de Jen me despertó.

—¿Qué tal ha ido el día?

—Sin comentarios.El autobús se ha averiado y un gilipoyas me ha tenido que llevar a clase,por no hablar de que a última hora coincido con él y puede que tenga que pasarse un mes en casa.

—¿Cómo que puede que pase un mes en casa?—preguntó confundida.

—Sí,como lo oyes.Es un proyecto sobre como la convivencia con alguien nos cambia o algo así.Pero bueno,dejemos de hablar de mí,¿qué tal con Niall?—pregunté con una sonrisilla.

—Genial,esta noche vamos a ir a cenar—contestó Jen.Podía notar la emoción en sus ojos y me alegraba muchísimo,se merecía ser feliz.La tarde pasó bastante rápida y aburrida,hasta que a las ocho Jen comenzó a prepararse para salir y yo la ayudé.A las nueve sonó el timbre,abrí y allí estaba Niall.Le invité a pasar hasta que al fin Jen salió de la habitación.Me despedí de ellos y me senté en el sofá a ver la tele,pero al poco me quedé dormida.Cuando me desperté ya eran las dos de la madrugada y Jen todavía no había vuelto.La llamé,pero tenía el móvil apagado,al igual que Niall y no tenía ni idea de dónde habían ido.Finalmente opté por llamar a Tristan,ya que puede que él supiera donde solía llevar su amigo a las chicas a cenar.Cogió el móvil a la primera,pero no le oía muy bien ya que de fondo solo se oía barullo.

—¿Tristan?,soy Lauren.

—Si dime,¿qué pasa?

—Verás,esta noche Jen ha salido a cenar con Niall y aún no han vuelto y tampoco me cogen el teléfono,¿tú sabes donde han ido?

—Puede que la haya llevado al meet and win,hoy Brad tenía partida de billar.

—Vale,¿y eso dónde está?

—A un par de manzanas del centro comercial,pero no te aconsejo que vayas solas a estas horas por ahí,es un barrio bastante peligroso.

Ignorando sus últimas palabras cogí una sudadera y me dirige a ese lugar.He de reconocer que ese barrio me daba muy mala espina,más yendo sola a esas horas,tal y como Tristan me había advertido.Al fin divisé el local,en el cual en la puerta había varios hombres borrachos que lo que me dijeron cuando entré no eran palabras muy agradables que digamos.Al entrar me arrepentí de no haber hecho caso a Tristan.Solo había gente borracha que me miraba con una cara que me daba naúseas.Al fin conseguí ví una cara familiar,aunque no la que precisamente estaba buscando al final del local.Instintivamente corrí hacía él,pero de pronto algo me cogió del brazo e hizo que frenara en seco.Un hombre de unos cuarenta años me estaba mirando de arriba a abajo,intenté soltarme de su agarré pero no lo conseguí,y me estaba empezando a asustar.El hombré se estaba acercando a mí cuando de pronto oí una voz muy familiar detrás mía.

—Bob,déjala en paz de una puta vez.Ella viene conmigo.

Dicho esto el tal Bob me soltó y se largó.Brad se acercó con cara de pocos amigos,y me arrastró afuera del local.

—¿Tú eres tonta o qué cojones te pasa?¿Cómo se te ocurre venir aquí sola y a estas horas?Pareces gilipoyas nena.Y da gracias a que estaba aquí porque si no a saber lo que te habrían hecho esos locos.Vete a casa y déjame tranquilo,tengo que seguir con mi partida de billar.—gritó muy alterado.No sabía cómo decirle que no tenía como ir a casa y me daba miedo volver sola.

—Verás,es que he venido andando—logré al fin articular.Su mirada de enfado aumentó todavía más.

—Sube al coche ya—dijo con un tono que daba miedo.Obedecí y subí a su coche negro.No hablamos ni una palabra en todo el camino,y justo antes de llegar a mi edificio el tono de llamada de mi móvil rompió el silencio.Era Jen.

—Tía,¿dónde coño estás?

—He salido a buscarte ya que no me habías avisado de que llegarías tan tarde,ahora hablamos—seguidamente colgué,ya que habíamos llegado.Me bajé del coche y no me dió tiempo ni a darle las gracias,ya que rápidamente arrancó y se fué.No se podía ser más bipolar que él.

SparksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora