ADVERTENCIAS: Escenas de sexo muy descriptivas entre dos chicos (uno el cual se viste de mujer) y vocabulario ofensivo. La verdad es que es mucho mas largo que de los demas relatos que he publicado aquí, pero es un OS que hace meses tenía sin terminar y lo quería hacer largo.
''I can also be female''
-¿Su nombre…?- Dijo aquel chico que me estaba atendiendo.
-Lou... Louisa.- Dije algo nervioso.
-Ok, la llamaremos cuando su pedido este listo.- Le sonreí falsamente y este me guiñó un ojo pero yo solo los rodé, solo quería sentarme, tomar mi café y leer mi libro. Di media vuelta y comencé a caminar mientras movía seductoramente mis caderas, cosa que ya lo hacia siempre, ya estaba acostumbrado.
Si, dije Louisa, pero mi nombre es Louis. Toda mi vida viví en Doncaster, en un lugar en el que todos me conocían por el apodo de ‘El chico afeminado’ Para ser sincero si lo era y bastante. En ese entonces me seguía llamando Louis, pero no fue hasta que cumplí 17 y me mude a Londres, en el cual toda mi vida dio un gran giro. De Louis, pase a ser Louisa, la chica mas deseada por mis compañeros de trabajo. Solo algunos compañeros sabían de mi doble personalidad y era con ellos con los que me acostaba y tenia sexo en donde fuese. Ellos sabían que si los demás chicos se enteraban de mi secreto ellos perdían, ya que era muy deseado y los demás no dudarían en tener algo conmigo aun siendo hetero, quizás eso les excitaba, ver a un chico que lucia muy bien como chica los calentaba. Ahora tengo 19 y no estudiaba, solo trabajaba.
Fui hasta la mesa más escondida de esa cafetería, sintiendo las miradas de los chicos en mí, mientras el sonidito particular de mis tacones resonaba en todo el lugar, a pesar del ruido de la gente hablando. Lucia una linda falda redonda, color rosa, con la que dejaba ver mas mis piernas en las que tenia medias blancas hasta un poco mas arriba de mis rodillas. Si, me gustaba provocar a los hombres.
Me senté y cursé mis piernas. Ya estaba acostumbrado, mi polla ya no me molestaba al hacer esa acción. Obviamente depilaba todo el cuerpo y para mi suerte mis vellos no eran tan gruesos como los de los demás chicos, y eso me daba una ventaja a la hora de que mis compañeros de trabajo tocaban mis piernas descaradamente. Mi voz de por si, siempre a sido fina, así que también con eso nunca he tenido algún problema. Mi cabello era liso y castaño. Lo tenía un poco más arriba de mis hombros y con un flequillo hacia la derecha. También me maquillaba, no excesivamente, pero no salía sin delinear mis ojos, mi brillo labial y un poco de sombra en los ojos.
Puse mis lentes y saque mi libro, pero antes de que me pusiera a leer la primera palabra, de lejos vi que el chico que me había atendido venía donde mi, pensé que me llamaría, pero venia él con mi pedido hacia mi mesa. Lo mire con una ceja alzada y mordiendo mi labio. Le sonreí y deje el libro a un lado. El chico era bastante lindo ahora que le prestaba atención. Tenía el cabello alborotado y ondulado. Me devolvió la sonrisa y pude ver que era muy linda.
-Su café…- Dijo y me extendió el café.
-Gracias…
-Harry, mi nombre es Harry.
-Bueno, gracias, Harry. Pensé que me llamarías, como pediste mi nombre…
-Si, pero cuando te venias a sentar los chicos te miraban mucho así que pensé que te sentirías algo incomoda de nuevo si te llamaba para que fueses a buscar tu café.- Se notaba algo avergonzado y me causo mucha ternura. Lo mire con una sonrisa y hable.
-Gracias.- Reí bajito y me miro por última vez y pude notar que eran de color, pero no pude saber de cual ya que se dio la vuelta y fue hasta el menos en donde trabajaba.-Lindo chico…- Susurré al verlo atender a otras personas.- Pero en donde trabajo hay mejores…
