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Agarré la plata en efectivo que me habían dicho que llevara, era el monto que cada uno tenía que poner para lo de hoy, para reponerle a Jin lo que había gastado comprando todo. Los invitados superaban el número de cuarenta, era un gentío. Menos mal que según kike había comida por coñazo, espero que sí porque si no iba a llegar formando sendo peo, un coño e la madre.

Salí volao de la casa atendiendo a la insistencia de mi primo que estaba pitando la corneta como si no hubiera un mañana, y el marico no dejó de pitar hasta que cerré la puerta del carro.

—Coño, yaaaa nojoda. Cuál es el excite—reprendí ladillado por su estrés.

—Nada.

—Ves que sí eres rolo e marico.

No respondió nada y se dignó a manejar siguiendo las indicaciones que yo le estaba dando, acordándome vagamente de las que me había dado Namjoon a mí. Finalmente llegamos y era un cuarto para las 4:00pm, llegué bien considerando que un morrocoy hubiera rebasado a mi primo en una carrera. Me bajé del carro después de dedicarle un "gracias, jalabolas" y tirarle un besito para aumentar sus grados de mariquera a mi gusto.

Al acercarme al patio de enfrente de la tremenda casa que decía enchufado a gritos, no pude evitar acordarme de aquella última fiesta a la que asistí, cuando me tendieron una rolo e trampa y me hicieron latearme con quién-sabe-quién, llegando a la conclusión de que mis amigos eran unos caretablas y con mucho cague llegando a insinuar que lo podrían volver a hacer en cualquier momento.

No sé si fue el ambiente similar a aquella noche lo que me hizo acordarme de aquello que pasó hace burda, pero fuese como fuese, la sensación de incomodidad no se me quitó.

—MARICO, YO PENSÉ QUE YA NO LLEGABAS, TAS LOCO—vociferó Namjoon, que me esperaba junto a Hoseok y otros tres panas más, para entregarme un vaso pequeño de "ron".

—No vale, esto es una marisquera, pero qué va, es mejor venir a reírme de las guevonadas de los demás que quedarme encerrado y ladillado.

—Así se habla, camarada.

Olí el vasito que me había dado y arrugué la cara por la esencia que se me metió profundamente en las fosas nasales.

—Bicho loco, ¿qué verga es esta? ¿Tan temprano y ya me quieres tumbar, mamaguevo?—pregunté jodiendo.

—No chico, tas pasao de marico. O es que tienes tanto tiempo sin beber que ya te volviste sifrino.

—Ya lo probé y no tiene nada malo—rectificó Hoseok, viéndome y levantando los dos pulgares.

Pero algo en su tono y su cara de aguevoniao —más notable de lo usual— me hizo sospechar. Y tenía razón. Al echarme un trago de esa vaina rara sentí vivito el sabor del cocuy de penca mezclado con whiskey y otra sustancia que no supe descifrar.

—COÑO NOJODA, YO SABÍA.

Se empezó a reír en mi cara y no aguanté para unírmele después.

—Con un toquecito de Listerine pa meter la coba y hacerlos caer—me dijo en voz baja y me picó el ojo.

—Marditos locos.

Estuvimos así un rato echando vaina. También me señalaban de lejos a Jinnie flower y nos cagábamos de risa cada vez que lo veíamos y nos acordábamos del beta de la placita. Las horas pasaron rápido y ya eran casi las seis, algunos ya andaban matándose la plaga que había salido a jodernos, algunos otros seguían buscando y sacando los pasapalos que estaban repartiendo.

—Yo escuché que hasta pan de jamón iba a haber... vamos a esperarlo sí o qué—murmuraban.

Sentí que era conmigo pero yo estaba en otro mundo. Flotando en la nebulosa, perdido en el espacio sideral. Pero no estaba ennotado, ni mucho menos. Y creo que los demás se dieron cuenta de que estaba aguevoniao viendo para una parte específica, a alguien en específico.

Era el pajúo de Taehyung, hace rato había llegado con su combo pero ahora es que lo veía bien y lo detallaba: andaba vestido arrechísimamente, como si estuviera en una rumba lo que tal cinco estrellas con pura gente pipirinice. Su vestimenta daba a entender lo mismo que como si estuviera vestido con billetes y maquillado con oro.

Su aspecto de hoy nada que ver con su personalidad. Parecía otro, como si hubiera venido a mojar pantaletas o a cuadrarse un buen culo. Un dios de los olimpos.

Y yo aguevoniado y todo marisqueado por su culpa. Bello.

 Bello

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Lacra meets Pajúo ↠ yoontae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora