Encendió aquél aparato de exactamente el tamaño de su mano, encandiló sus brillantes ojos color ónix, sonriendo ligeramente cuando vió aquél mensaje.
—«Hey, Hola Shōta!!»
La pantalla alumbró aquél mensaje, cada vez que despertaba solía encontrarse con uno de sus mensajes. Y eso le gustaba, aunque no lo admita.
—«Hola, Hizashi.»
Y aunque no lo demuestre, amaba hablar con aquél rubio que le ponía la vida de cabeza. Lo amaba a él.
Siempre, aunque fueran solo mensajes de una o cuatro palabras máximo, a Hizashi le parecía más que suficiente. Con solo hablar con él le bastaba, y sonreía como un tonto enamorado las veces que Aizawa comenzaba la conversación, cuando le preguntaba sobre su vida, cuando al menos sentía interés en el. Amaba todos esos momentos, y estaba dispuesto a atesorarlos de por vida.
—«¿Cómo estás? 😁»
Y aunque fueran simples mensajes, tenían un fuerte significado para ambos. Aquéllas palabras que se dirigían bastaban para sentirse satisfechos. Después de todo, podrían hablar luego ¿No?
Y después de todo, siempre estarían cerca del uno al otro, por supuesto.
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Palabras: 178
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